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2 de julio de 2019

Ochenta arqueólogos de nueve países excavan en el yacimiento de Mojácar la Vieja (Almería)

Ayer comenzó la segunda campaña de excavación en el yacimiento donde se asentó la ciudad de Mojácar desde el siglo VIII al XIII. Los arqueólogos han llegado desde nueve países de tres continentes: Italia, Portugal, Francia, Armenia, Hungría, Bulgaria, Sri-Lanka, Argentina y México.
Imagen de la primera campaña del año pasado realizada en Mojácar La Vieja. FOTO: MEMOLAB
Cada verano llegan a Mojácar miles de visitantes de diferentes rincones del mundo. Normalmente lo hacen atraídos por sus playas, sus chiringuitos o su casco antiguo, considerado uno de los más bonitos de España. Sin embargo, desde el pasado año, en julio también viajan hasta el pueblo almerienses casi un centenar de jóvenes arqueólogos, en este caso llamados por las ganas de desentrañar los misterios que se ocultan bajo centenares de kilos de tierra en Mojácar la Vieja.

Ayer lunes 1 de julio dió comienzo la segunda campaña de excavación en el yacimiento donde se asentó la ciudad de Mojácar desde el siglo VIII al XIII, probablemente. La primera fase, el verano pasado, sirvió para extraer algunas conclusiones y teorías muy interesantes, como que el cerro podría haber estado amurallado con al menos 13 torres repartidas por todo el perímetro.

La excavación estará dirigida de nuevo por el Laboratorio MEMOLab de la Universidad de Granada. A su llamada buscando voluntarios para excavar han respondido 362 personas de 24 nacionalidades distintas. Finalmente se han seleccionado 80, en dos turnos distintos. Llegarán a Mojácar desde nueve países de tres continentes: Italia, Portugal, Francia, Armenia, Hungría, Bulgaria, Sri-Lanka, Argentina y México.

En marzo se publicó la oferta para estudiantes de Arqueología e Historia de todo el mundo. “La organización les costea el alojamiento y la manutención. Con este proyecto aprenden las técnicas de una excavación medieval, sobre cerámica arqueológica y sobre divulgación, ya que realizamos muchas actividades para acercar el yacimiento a la población local”, explica Lara Delgado, responsable de comunicación de MEMOLab.

Desde el Laboratorio de Arqueología Biocultural advierten de que “la excavación es exigente físicamente”, debido a las propias condiciones del yacimiento y a las temperaturas que tendrán que soportar en pleno verano en el Levante almeriense.


SEGUIR DOCUMENTANDO LA FORTALEZA
El objetivo de la campaña de este año es continuar con la ampliación de los dos sondeos realizados el verano pasado, para documentar la fortaleza, tanto los dos sectores del castillo como parte del poblamiento del antiguo núcleo de Mojácar.

Además del Ayuntamiento de Mojácar, colaboran en este importante proyecto Patrimonio Inteligente, en las labores de conservación, la Fundación Valparaiso y la Asociación de Moros Viejos.


ACTIVIDADES PARA TODOS
Una de las peculiaridades de la excavación que se lleva a cabo en Mojácar la Vieja es su carácter participativo, ya que está abierta a todo el mundo. Este martes se hará la presentación oficial de la campaña en sí misma y del programa de actividades comunitarias. Desde el Laboratorio MEMOLab se han organizado diferentes actividades relacionadas con la excavación y el patrimonio de Mojácar en el que se han implicado diversos colectivos y grupos del municipio para llevarlo a cabo.

Este programa ha sido muy bien acogido por sus vecinos y se están inscribiendo ya en la oficina de Turismo para participar en las diferentes actividades. Habrá visitas guiadas por el yacimiento, tanto en español como en inglés (los días 14, 21 y 26 de julio), talleres de cerámica arqueológica (16 y 23 de julio), o la actividad ‘¿Quieres ser arqueólogo por un día?’, con la que cualquiera puede ayudar en la excavación como uno más (del 8 al 24 de julio).

Además, este año se incorporan como novedades, por ejemplo, un taller infantil de dibujo geométrico (miércoles 3 de julio), talleres sobre el esparto (4 de julio en Usos Múltiples) y sobre la Mojaquera (día 9), que serán explicados por los más mayores de Mojácar, y una jornada libre de expresión artística relacionada con el yacimiento tanto de pintura, fotografía, escultura y música (11 de julio).

26 de junio de 2019

Enigma en la ciudad romana de Los Bañales (Zaragoza)

Los arqueólogos descubrieron unas extrañas marcas en el suelo de una habitación que abren las incógnitas sobre su posible utilidad
El extraño pavimento descubierto en el yacimiento romano de Los Bañales. FUNDACIÓN UNCASTILLO
Sorpresa en la antigua ciudad romana de Los Bañales. El arqueólogo Juan José Bienes estaba excavando la semana pasada una habitación en la zona norte de este yacimiento situado en Uncastillo (Zaragoza) cuando, al limpiar el suelo con ayuda de su compañero Pedro Ultra, empezaron a salir a la luz unas enigmáticas marcas. Tallado en la roca arenisca, el director técnico de las excavaciones descubrió un extraño zig zag que divide el pavimento de esta estancia, en eje con las dos columnas icónicas de Los Bañales que han sobrevivido milagrosamente erguidas hasta hoy.

«Lo primero que pensamos fue en algo de tipo ritual o religioso, un templo donde se sacrificaran grandes bovinos para tener que evacuar tanta sangre», pero ni el lugar ni el entorno casaban con esta hipótesis, según relata Bienes. Otra idea que consideraron al descubrir estas singulares estrías, más o menos profundas, es que podrían haber formado parte de un calendario para señalar las cosechas o de un reloj solar, en una zona a cielo abierto, en eje con ese gran edificio de las dos columnas (que en realidad eran cuatro), como los que hay en foros de algunas ciudades romanas del norte de África, como en Timgab.

«Pero ahora mismo cobra más fuerza pensar que probablemente son unas estrías que estuvieron muy vinculadas al uso que se dio a esa habitación», afirma Javier Andreu, profesor de Historia Antigua de la Universidad de Navarra y director del proyecto arqueológico de Los Bañales. Roma empleó esta técnica en lugares en los que se concentraba humedad, para achicar agua o verter líquidos al exterior. En la casa del acueducto de Tiermes (Soria) existe una estructura parecida que tiene que ver con la evacuación de agua y en las bóvedas de las salas de baños que estaban calefactadas se utilizó algo similar para evitar el goteo por condensación de humedad. «Eso permite pensar que fue una habitación en que se trabajó con líquidos y eso nos abre al escenario comercial», prosigue el director del proyecto arqueológico de Los Bañales.

De momento, no han encontrado ningún punto de desagüe para estos canales en zig zag que no siguen un dibujo claro, pero aún solo se ha excavado la zona norte y central de la habitación. El singular pavimento continúa hacia el sur, acercándose a las dos columnas que forman el hito geográfico de la zona. Una vez que se complete el estudio de esta estancia y de las habitaciones contiguas, los expertos podrán comprobar si, como sospechan, se encuentran ante una zona comercial de la ciudad. «Quizá ante lo que estamos, aunque es pronto para asegurarlo, es ante un "macellum", un gran mercado, ubicado mirando el territorio eminentemente agrícola que controlaba la ciudad, el del valle del río Riguel, en los términos actuales de Uncastillo y de Sádaba», avanza Andreu.

Los investigadores ubican esta habitación en la que creen que era última manzana al norte de este importante centro urbano entre el siglo I a.C. y los comienzos del siglo III. La entrada a la urbe romana, que se extendía por más de 20 hectáreas, se localizaba justo en el otro extremo, a unos tres kilómetros al sur, en el acceso a la vía que conectaba Caesaragusta (Zaragoza) con Pompelo (Pamplona). «En esta zona norte parece que Roma quiso establecer un sistema de urbanización muy vitruviano, con calles este-oeste (decumanos) y norte-sur (cardines) que se van cortando, un modelo de urbanismo que no fue una adaptación del que ya existía, sino casi de tipo colonial», apunta el director de Los Bañales. En esa zona norte, más apropiada para la conservación y producción de alimentos, es donde probablemente se situó el barrio comercial.

Los expertos creen que el singular pavimento formó parte de un gran complejo que probablemente se erigió en la primera mitad del siglo I d.C. «A partir de la segunda mitad del siglo II y hasta el abandono de la ciudad en la primera mitad del III todos esos espacios fueron reocupados, cambiaron de funciones, así que es muy difícil encontrar materiales contemporáneos a las marcas. Ahí vamos a tener un reto», afirma Andreu.

Durante las excavaciones que han seguido al descubrimiento del pavimento se han hallado algunos objetos, como una cucharilla de bronce pegada al suelo de roca, pero hasta el momento los arqueólogos no han dado con ninguna cerámica ni con restos de fauna que corroboren esta hipótesis. En las próximas semanas de campaña, que finalizará el 28 de julio, esperan encontrar más elementos de este complejo puzle.

Una vez que hayan excavado por completo la habitación, el estudio de las pendientes de los canales servirá para comprobar si tuvieron o no esa función de drenaje que ahora contemplan. Si los datos no concuerdan, tendrán que replantearse de nuevo para qué tallaron los romanos esas enigmáticas estrías. «Habría que buscar otras alternativas», admite Andreu antes de explicar que en otros lugares se han encontrado rozas de este tipo constructivas, realizadas para cimentar o calzar algún edificio. En este caso, sin embargo, las hendiduras «son muy estrechas, no tienen la anchura suficiente como para recibir muros de mampostería y tampoco tiene mucho sentido en esa habitación que sí ha conservado los muros laterales en cuadratum muy bien delimitados, que justo se hayan robado los muros interiores que estuvieran calzados sobre esas rozas».

Si no sirvieron de drenaje, «tendríamos que volver a la hipótesis inicial de que fuera una zona a cielo abierto y que tuviera algo que ver con algún calendario o reloj solar», reconoce.

De lo que no hay duda, según Andreu, es que con sus calles y pasos de peatones, este ya es uno de los barrios más impactantes desde el punto urbanístico del norte peninsular. «Los Bañales ofrece el barrio más vitruviano de los que tenemos en el norte de España».

21 de junio de 2019

Sale a la luz la primera prensa de aceite romana de la costa andaluza en Mijas (Málaga)

El hallazgo se suma al de las termas y a los dos hornos de alfar que también aparecieron en el yacimiento arqueológico
La prensa de aceite salió a la luz en la finca de Acebedo.
El edil de Patrimonio Histórico en funciones de Mijas (Málaga), Andrés Ruiz, ha anunciado este jueves que las excavaciones arqueológicas del yacimiento de la villa romana de la Finca de Acebedo "han sacado a la luz el descubrimiento de la primera prensa de aceite romana de la costa andaluza".

"Vamos a poner en valor todo nuestro patrimonio que cada vez crece más", ha asegurado, apuntando que los trabajos impulsados desde el Ayuntamiento en este entorno "van dando sus frutos y este nuevo hallazgo se suma a las termas y a los dos hornos de alfar encontrados hace unos meses".

Así, ha indicado que en las excavaciones que viene realizando el Consistorio en dicho entorno "han provocado el descubrimiento del contrapeso de la viga de prensado del torculario de la villa, la zona donde se producía el aceite o el vino, confirmando la reutilización entre los siglos III y IV d.C. de las termas de la villa para la producción de esos productos.

"Se trata de un monolito de piedra que presenta diversas ranuras y zonas talladas, que fue objeto de una reparación y al que se le colocó una grapa de plomo y que puede alcanzar un peso de entre tres y cuatro toneladas, radicando su importancia en que se trata del primer contrapeso romano localizado en el ámbito costero de Andalucía", ha afirmado el edil.

Así, ha recordado que "en las fechas en que funcionó la villa, esta se encontraba ubicada junto a la costa, en lo que fue un gran estuario actualmente colmatado", al tiempo que ha señalado que con estos trabajos "los mijeños vamos conociendo mejor nuestra historia más lejana".

Según han apuntado desde el Ayuntamiento en un comunicado, hasta hace pocos años se pensaba que las villas romanas costeras basaban su actividad en el tratamiento de productos de origen marino, especialmente la producción de la salsa conocida como 'garum', pero algunas excavaciones arqueológicas han puesto de manifiesto que esa actividad también incluía la producción de, al menos, el aceite.

No obstante, han manifestado que "hasta ahora no se había localizado en las mismas ningún contrapeso, pieza fundamental en el proceso de producción del mismo".

La prensa de aceite romana se suma a otros hallazgos como, por ejemplo, el de las termas romanas que se conservan en muy buen estado y el de los dos hornos de alfar de dicho yacimiento, uno de planta circular de grandes dimensiones y otro, posiblemente más antiguo, de planta cuadrada y en magníficas condiciones de conservación al mantener gran parte de la parrilla y todo la estructura interna del mismo.

Desde el Ayuntamiento de Mijas han asegurado que van a continuar los trabajos arqueológicos en la zona donde "no se descarta que puedan aparecer nuevos descubrimientos". "Una vez que finalice todo este proceso pondremos en valor y abriremos al público esta villa romana como atractivo turístico e histórico que puede llegar a convertirse, sin duda, en uno de los puntos de visita obligados de la Costa del Sol", ha concluido el edil.

20 de junio de 2019

Hallan restos de la torre del S.XIV y de la muralla medieval de Onteniente (Valencia)

Durante los trabajos se ha encontrado un tramo de muralla de 10 metros de largo por 2 metros de ancho y los restos de la conocida como Torre de l'Escola, del siglo XIV
En la excavación se han hallado restos de la torre del S. XIV.
El barrio de la Vila de Ontinyent es un pozo de elementos arqueológicos, históricos y patrimoniales que permanecen ocultos bajo sus calles y plazas. Cualquier actuación comporta el hallazgo de elementos y estructuras que conformaron el núcleo originario de la ciudad, y las obras que se están ejecutando para renovar el pavimento de la calle de acceso al barrio de la Vila han alumbrado un nuevo hallazgo. Los trabajos han sacado a la luz restos de una torre del siglo XIV, la conocida como Torre de l'Escola, así como un tramo de la muralla medieval.

Según han confirmado fuentes municipales, durante los trabajos se ha encontrado un tramo de muralla de 10 metros de largo por 2 metros de ancho. También señalan que se han encontrado restos «que parecen de la conocida como Torre de l'Escola, del siglo XIV», unos hallazgos que están siendo supervisados, estudiados y documentados por el equipo arqueológico que dirige la obra. El hallazgo ha sido comunicado a la Conselleria de Cultura, ya que el barrio de la Vila de Ontinyent está protegido como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Conjunto Histórico-Artístico.

Ante esta protección BIC, cualquier actuación que se acomete en el histórico barrio cuenta con un proyecto arqueológico, que lleva a cabo un equipo, en este caso formado por Ignacio Hortelano, arqueólogo y director de los trabajos, y Agustí Ribera, codirector y responsable del museo Maova. El proyecto de las obras de renovación del pavimento ya especificaba que «existe la posibilidad de encontrar restos arqueológicos durante los trabajos de excavación», y apuntaba que la empresa adjudicataria «deberá dejar actuar al arqueólogo para que haga un seguimiento de los trabajos de demolición y excavación».

Los arqueólogos encargados de esta obra ya preveían la posibilidad de encontrar tramos de la muralla medieval, y en el proyecto arqueológico que acompaña a la memoria y el proyecto de actuación planteaban que, «considerando los antecedentes arqueológicos concretos del área de actuación», se lleve a cabo «la excavación puntual de un sondeo arqueológico sobre el trazado hipotético de la muralla con la finalidad de identificar posibles evidencias del trazado del recinto amurallado medieval». Unas evidencias que se han certificado con el arranque de los trabajos.

SEGUIMIENTO ARQUEOLÓGICO
Los arqueólogos también llevarán a cabo un seguimiento y control arqueológico de las remociones profundas del subsuelo en el área de actuación, así como la recuperación de materiales arqueológicos hallados, que serán documentados, registrados y fotografiados.

Los restos de la Torre de l'Escola y del tramo de muralla hallados ahora con la renovación del pavimento del acceso a la Plaça de la Vila se unen a los encontrados en las diferentes obras que se han ejecutado a lo largo de los años en el barrio. Los últimos, hace unas semanas en la tercera fase de reurbanización integral de la Vila, cuando se descubrieron restos de la muralla, que permanecían ocultos ocho siglos. En este caso el hallazgo se produjo en la zona conocida como Font de la Coveta, donde apareció un muro o muralla. Ahora, se suman otro tramo de la fortaleza y una torre del siglo XIV.

29 de mayo de 2019

El Ourense del siglo IV emerge en Castro Santomé

La excavación arqueológica en el Castro Santomé descubre calderos, columnas y monedas del emperador romano Constantino II. Se cree que sus habitantes huyeron por un incendio, y muestra restos inéditos de la vida en la época tardorromana. 
Vista del castro de Santomé.
Castro de Santomé, siglo IV de la era cristiana. Un fortuito incendio obliga a los habitantes de este lugar, que fue en su origen (siglo II antes de Cristo) un asentamiento castrexo, a huir con lo puesto para escapar de las llamas

Casi 17 siglos después, en la primavera del año 2019, de la apresurada marcha de aquellos habitantes del Castro de Santomé, situado en el perímetro de lo que hoy es la ciudad de Ourense, unas excavaciones arqueológicas están permitiendo sacar a la luz curiosos hallazgos de la vida cotidiana de aquel asentamiento tardorromano, de mediados del año 300, desde molinos columnas, picos. sachos y mazos como los de la actualidad , carbón y hasta monedas de siglo IV correspondientes al la etapa del emperador romano Constantino II.

Todos estos retazos de la historia de Ourense, salen a la luz a través del proyecto arqueológico "Santomé 2019" que dirige el arqueólogo Eduardo Breogán Nieto, y que está emocionando tanto a expertos como a profanos, a través de la completa información histórica y fotográfica que están haciendo a través de todas las redes sociales, y en especial a la nueva revista digital "Tvtelae", que difunde todo lo que va ocurriendo en Santomé.

Fue en la charla "Pint Of Science" , de divulgación científica y que acaba de celebrarse en Ourense, donde Eduardo Breogán hizo la primera explicación de este proyecto y de los primeros hallazgos, acompañado del gráfico de su autoría que enmarca el ámbito de actuación, y el lugar en que aparecieron estos primeros hallazgos.

Los lectores que entren en www.revistatvtelae.com podrán conocer con detenimiento en sus artículos esos primeros hallazgos, en el llamado espacio K acotado, así como todo lo que se vaya produciendo día a día en las próximas semanas.

LA PIEDRA DE AFILAR 
Según explica, junto con los elementos materiales, tres calderos, una "pía" de piedra para contener agua, otra piedra que se especula en el reportaje de investigación si podría ser ¿la primera piedra de afilar?, indican aparecen también restos orgánicos de la vida diría como huesos que están aún sin identificar o un asta de ciervo que se podría estarse preparando en ese momento para luego ser utilizada como mango de cuchillo. El estudio del carbono 14 determinará la datación más concreta de os hallazgos, pero para ello indican se enviarán muestra a un laboratorio de Estados Unidos.

(Fuente: Faro de Vigo)

28 de mayo de 2019

Hallan en Plan el mayor dolmen del Pirineo a 1.900 metros de altura

Un grupo de aficionados a la arqueología lo encontró en Peña del Mediodía y lo comunicará a la DGA. El monumento megalítico tiene 5 metros de largo por 1,90 de altura y 2 metros de anchura. Es más grande que el conocido de Tella Sin y puede ser el mayor del Pirineo
Un grupo aficionados a la arqueología ha encontrado el mayor dolmen del Pirineo en Plan, a 1.900 metros de altura, en la zona conocida como Peña del Mediodía (2.427 metros), próxima al ibón de la Basa de la Mora. Van a comunicar el hallazgo al responsable de Patrimonio de la DGA en Huesca, el arqueólogo Javier Rey, que ya visitó estos valles pirenaicos recientemente, donde el mismo grupo localizó quince círculos megalíticos o cromlech (así lo llaman los expertos). El equipo de arqueólogos De la Roca al Metal realiza un estudio sobre los cromlech y ahora van a datar el dolmen.

El hallazgo se produjo hace unas semanas después de que se haya creado en la zona un grupo de buscadores de restos desde el Neolítico hasta los Visigodos o las trincheras de la Guerra Civil en los municipios de Plan, Gistaín y San Juan de Plan. Se constituyó después de que Jesús Argudo, un profesor de instituto retirado, un arqueólogo y un arquitecto que realiza una tesis sobre las cabañas pastoriles, dieran una conferencia en Gistaín en enero. "Un vecino que tiene una casa rural nos dijo que había unas piedras y descubrimos el dolmen que tiene 5 metros de largo por 1,90 de altura y 2 metros de anchura. Es más grande que el conocido de Tella Sin y puede ser el mayor del Pirineo", explicó ayer el profesor Jesús Argudo.


INTERÉS DE LOS ESPECIALISTAS
El interés de los aficionados a la arqueología ha llegado a los especialistas porque en las últimas semanas se han puesto en contactó con ellos desde un profesor universitario del País Vasco hasta unos especialistas franceses que les han pedido la situación exacta del dolmen para visitarlo. De momento, no han facilitado esta localización para evitar que se produzcan daños a los restos y para que el experto de la DGA sea el primero en visitarlo.

Además, les ha avisado el equipo de arqueólogos de la Universidad Autónoma de Barcelona, dirigido por Ermengol Gassiot, que va a trasladarse al valle de Gistaín y Plan para conocer directamente todos los descubrimientos arqueológicos.

"Desde que dimos una conferencia en Gistaín el pasado 4 de enero sobre los restos del Neolítico, junto a un arqueólogo y al arquitecto Carlos Hernández, que estudia las cabañas pastoriles desde el siglo XVI, nos ha ayudado un grupo de vecinos aficionados a la arqueología", explicó Jesús Argudo, profesor de instituto jubilado que reside parte del año en Plan. "Hallamos este dolmen, un menhir, más círculos cromlech y unas pinturas que están en una cueva. Vamos a comunicarlo al Gobierno de Aragón porque tenemos una comunicación muy fluida", agregó.

Cuando el responsable de Patrimonio de Huesca se desplace a la zona donde han encontrado el dolmen, que es de doble cámara, con mayor capacidad que otros hallados en el Pirineo, comprobará que las piedras con las que se construyó están talladas y parte de ellas fuera del sitio. Al tener el Gobierno de Aragón conocimiento de los restos de la arqueología megalítica, que ya están valorados como Bien de Interés Cultural (BIC), en el valle de Gistaín, concedió una subvención para su investigación y posibles excavaciones. Son restos que pertenecen a la prehistoria, del Neolítico a la Edad del Hierro, una etapa entre los años 1500 a 1800 a. C.

Mientras tanto, los municipios de Plan, Gistaín y San Juan de Plan han proyectado construir un centro de interpretación del megalitismo y de los restos pastoriles como atractivo a los visitantes. "Queremos crear itinerarios arqueológicos y los ayuntamientos están muy interesados. Hemos localizado también un lugar de los visigodos como una aduana del comercio entre Narbona y Zaragoza", concluyó Argudo.

24 de mayo de 2019

Descubren una sepultura de la Edad del Bronce a orillas del Sil

Las pruebas de carbono 14 datarán la edad de los huesos, soterrados en un nivel inferior al medieval en donde se ubicó un antiguo monasterio medieval desaparecido. Por la colocación y contexto, los arqueólogos apuntan a que podrían ser de la Edad del Bronce y los restos humanos más antiguos encontrados en Galicia. 
Los restos óseos se encontraron "por debajo de los niveles medievales del siglo XII y una oquedad en la propia roca señalaba el enterramiento.
Un equipo de arqueólogos que buscaban un primitivo monasterio medieval acaban de encontrar algo muy diferente a su objetivo, pero de importancia crucial: han localizado restos humanos que podrían constituir solo la primera página de una historia por descubrir en la Ribeira Sacra. Un cráneo, una vértebra y dos huesos de gran dimensión (probablemente fémures) podrían ser el último vestigio de un enterramiento posterior a un ritual, según aseguraron los promotores de la excavación y de época prehistórica. Los restos humanos se sitúan en la localidad lucense de A Pobra de Brollón, limítrofe con O Courel.

Los investigadores que trabajan en la excavación de Os Conventos, en medio de los bancales de los viñedos de la Ribeira Sacra, sospechan que esos restos humanos sean de origen prehistórico. El hallazgo aconteció hacia el final de la campaña de excavación pero es de gran importancia por la casi nula existencia de restos óseos humanos prehistóricos en Galicia -la acidez del suelo pulveriza los huesos, haciendo que sea prácticamente imposible encontrar restos humanos antiguos -.

Un equipo dirigido por el arqueólogo Xurxo Ayán y con la participación del Incipit-CSIC acaba de finalizar la excavación para investigar el lugar llamado Os Conventos, en Val do Frade, Vilachá (A Pobra do Brollón). Hacia el final de la campaña, les esperaba esa sorpresa: un cráneo, una vértebra y dos fémures que por su colocación y contexto arqueológico parecen estar enterrados en una cista prehistórica. Los restos serán llevados al laboratorio "Beta", en EEUU, para su datación con Carbono 14.

Además del C14 se aplicarán otro tipo de pruebas que podrán dar información sobre la dieta o incluso ADN. La excavación en Os Conventos se enmarca en la iniciativa "Adegas da Memoria", un proyecto etnoarqueológico que busca dinamizar la parroquia en la que han aparecido los restos y que es promovida por la Asociación de vecinos de Vilachá y el Concello de A Pobra do Brollón, con la colaboración del Incipit-CSIC.

La excavación tenía por objetivo la búsqueda del monasterio de San Martiño de Piñeira, un monasterio medieval desaparecido del que existe documentación y que la tradición oral de los vecinos de Vilachá situaba en ese lugar de Os Conventos. "Los vecinos hablaban de ese monasterio e hicimos una intervención arqueológica para constatar que entre los muros había ese eremitorio medieval, del que se desconocía la ubicación exacta", añade el coordinador del proyecto Xosé Gago, que explica que los restos óseos se encontraron "por debajo de los niveles medievales del siglo XII". "Había una oquedad excavada en la propia roca y estaba señalado el enterramiento", añade.

CERÁMICA Y MONEDA
Durante la excavación se constató una ocupación medieval del lugar con muestras de cerámica de los siglos XII o XIII y una moneda del reinado de Alfonso X. Por debajo de los niveles medievales, excavado directamente en la roca apareció ese hueco con los restos humanos; un depósito funerario que indica un tratamiento ritual posterior del cadáver. "Con este nuevo hallazgo, superamos con creces el objetivo principal de Adegas da Memoria, que es hacer el primero gran estudio sobre los orígenes y evolución del paisaje de la Ribeira Sacra por mano de las personas," declara el investigador de la Universidad Nueva de Lisboa y director de la intervención, Xurxo Ayán.

Actualmente, la Cueva de Valdavara, en Becerreá (Lugo) concentra los que se postulan como los fósiles humanos más antiguos: un diente datado hace 17.000 años y perteneciente a un niño de 10 años y, previamente, estarían otros restos hallados en una cueva de O Courel.

23 de mayo de 2019

Descubren los restos de otro núcleo nazarí del siglo XIII en Alhaurín de la Torre (Málaga)

La Concejalía de Patrimonio Histórico-Artístico ha impulsado la intervención en el yacimiento del Cortijo del Almendral, que ha sacado a la luz una gigantesca estructura con varias habitaciones que podría tratarse de una antigua rábita de naturaleza defensiva
Fragmento de cerámica encontrado en la zona de excavación.
Una nueva excavación arqueológica impulsada por el Ayuntamiento ha sacado a la luz los restos de un antiguo poblamiento de época nazarí (finales del siglo XIII-principios del siglo XIV) en el término municipal de Alhaurín de la Torre, concretamente en la zona conocida como Cortijo del Almendral. Los trabajos han consistido en una intervención preventiva y un sondeo que ha revelado una gran estructura de hasta 50 metros de largo y entre 18 y 20 metros de ancho, que se especula que podría ser un edificio de naturaleza defensiva destinada a la guerra santa.

La Concejalía de Patrimonio Histórico-Artístico ha encargado esta actuación, la cual se ha desarrollado a lo largo de unos dos meses y ha servido para recuperar además numerosos restos de cerámica e, incluso, puntas de flecha de hierro. José Antonio Santamaría, arqueólogo que se ha ocupado de la excavación, define el complejo como “gigantesco” en cuanto a sus dimensiones, y explica que se ha encontrado en su superficie una capa de ceniza que hacen pensar que pudo sufrir un incendio resultado de algún tipo de contienda o conflicto.

Ello reforzaría la hipótesis de que se trataba de una rábita o ribat, que cumplía las funciones de fortaleza, puesto de vigilancia y monasterio donde se practicaba la guerra santa, en una época en la que las luchas eran habituales; de ahí su ubicación estratégica, desde donde se puede divisar buena parte de la Bahía de Málaga y del Valle del Guadalhorce. Otras posibilidades que comenta Santamaría son que se tratara de un núcleo minero, por la cercanía de minas de hierro, o una alquería de uso agropecuario.

El edificio encontrado, de tipo rectangular, se articula en torno a un pasillo a lo largo del cual se han descubierto por el momento hasta cinco habitaciones en forma de celdas, de 4 x 2 metros cada una, con un acceso externo donde puede observarse los restos de una escalera. Además, se puede apreciar una zona destinada a cocina con su correspondiente lugar para el fogón. El arqueólogo asegura que se trata de un yacimiento con un “gran potencial”, ya que incluso en la parte superior se hallan los vestigios de una antigua torre que reforzaría el control visual de todo el territorio.

El Cortijo del Almendral es una zona que ya aparecía en publicaciones arqueológicas desde que en el siglo XIX se encontraran dos inscripciones romanas, lo que podría indicar que fue habitada tiempo atrás. Santamaría apunta que se ha especulado con que en este lugar pudo existir un taller de cantería en el siglo II A. C. Tras la excavación, tal y como marca la normativa autonómica, el yacimiento se protegerá ahora con una capa de grava y geotextil, una vez que se han recuperado y catalogado interesantes restos que se presentarán próximamente.