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5 de abril de 2018

Comienzan las nuevas excavaciones de las termas romanas en Carmona (Sevilla)

Una de las principales estructuras descubiertas corresponde a una piscina de agua fría 3,65 por 3,15 metros con una profundidad de un metro.
El hallazgo más significativo ha sido el de una mina de agua que abastecía el conjunto termal.
El servicio municipal de Arqueología del Ayuntamiento de Carmona ha comenzado una nueva fase de las excavaciones en el complejo de piscinas romanas del siglo I.

Según el arqueólogo municipal responsable de la excavación, Juan Manuel Román, los hallazgos que se han descubierto ya en esta nueva fase de investigación además de ampliar el conocimiento sobre la edificación, permiten acotar más estrechamente la fecha de su construcción, que se produjo hacia el cambio de era, posiblemente durante el mandato del emperador Augusto.

El hallazgo más significativo realizado en esta fase de la excavación, ha sido el de un pozo de 15 metros de profundidad, que, tras su vaciado y limpieza, se ha confirmado, que corresponde a la lumbrera de una mina de agua que abastecía al edificio termal como ya sospechaban los arqueólogos,Estas minas, existentes por todo el término municipal, se encuentran actualmente en fase de exploración y estudio por parte del Servicio de Arqueología y la AAES (Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas) y este nuevo hallazgo en una excavación arqueológica es de gran importancia, ya que permite fechar sin ningún tipo de dudas la cronología de estas impresionantes obras de ingeniería en el período romano y, en este caso concreto durante el cambio de era.

Una de las principales estructuras descubiertas corresponde a una piscina de agua fría 3,65 por 3,15 metros con una profundidad de un metro. Aunque en época medieval la piscina fue en parte destruida por la excavación de varias fosas y por la construcción de un pozo de agua, la mayor parte de la misma se encuentra en buenas condiciones de conservación, especialmente su revestimiento de mortero hidráulico.

Junto a esta piscina se encuentran otras dos de menor tamaño, también en buen estado de conservación, y los semisótanos (hipocaustum) donde se hacía el fuego para calentar las piscinas de agua caliente (caldarium) y templada (tepidarium). Además se han identificado varias estancias y estructuras relacionadas con el uso de estas termas públicas.

28 de marzo de 2018

Intervención de urgencia en la villa romana de Cascante (Tudela)

Financiada por el gobierno de Navarra, esta actuación arqueológica está llevándose a cabo por el grupo de Arqueología de la localidad, profesionales y estudiantes de diversas universidades
Equipo de trabajo de Cascante en plena faena. 
El grupo de Arqueología de la Asociación Amigos de la Historia VICUS de Cascante vuelve a volcarse en la recuperación de su patrimonio local con una intervención de urgencia en una villa romana bajoimperial (siglos IV-V d.C.).

Esta intervención comenzó el pasado sábado 24 de marzo y se prolongará hasta el siguiente sábado 31 de marzo cuando además se abrirá al público general para explicarla “in situ”, según ha declarado Marta Gómara Miramón, arqueóloga local y una de las directoras de esta excavación.

La dirección corre también a cargo de los arqueólogos Óscar Bonilla Santander y Begoña Serrano Arnáez. Cuenta con otros profesionales que ya han estado en varias campañas de laboratorio arqueológicas en Cascante.

Como ya es habitual, Gómara trabaja además con el equipo de voluntarios del curso de Arqueología que excava con ella cada año. En esta ocasión se suman al grupo un grupo de seis estudiantes de grado, doctorado y master de las universidades de Zaragoza y Granada.

RÁPIDO DETERIORO
“En las prospecciones que llevamos a cabo en la zona de Reinuevo el año pasado identificamos que las singulares estructuras de esta villa estaban deteriorándose rápidamente. Tras ser informados, los técnicos de la institución Príncipe de Viana del Gobierno de Navarra nos ha encargado su estudio y consolidación”, explica Gómara.

La excavación tiene también historia puesto que ya fue “excavada” por un grupo de vecinos y el párroco de la localidad en los años 70 en lo que llamaron la “Operación Rescate”.

Gómara estudió recientemente materiales cascantinos que se guardaban en el almacén del Museo de Arqueología de Navarra. Fue entonces cuando comprobó que una caja no se correspondía con los hallazgos hechos en el antiguo colegio de Cascante por la arqueóloga Maria Ángelez Mezquiriz sino con dicha intervención aficionada.

“La caja contenía también una foto de aquella Operación Rescate en la que unos niños vecinos de Cascante, que hoy son adultos, posaban en una de las rocas de la villa. En la foto, además de la consiguiente historia de nuestra localidad, se ve que la roca estaba mucho mejor entonces, de ahí que se haya acometido esta actuación de urgencia”.

(Fuente: Plaza Nueva)

13 de marzo de 2018

Un estudio genético desvela la singularidad de los neoliticos peninsulares

Un estudio multidisciplinar, realizado por un equipo internacional de investigadores que combinó datos arqueológicos, genéticos y químicos y que hoy se ha publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, confirma que los íberos neolíticos muestran diferencias genéticas con los agricultores migrantes que se establecieron en Europa Central y del Norte hace más de 7.000 años.
Idealización del enterramiento neolítico en la Cueva de Los Cuarenta. AUTOR: GUADALUPE GÓMEZ
El equipo liderado por Cristina Valdiosera, analizó restos humanos de 13 individuos del norte y sur de España, incluyendo de Atapuerca. El estudio también abarcó sitios importantes como la Cueva de los Murciélagos, en Zuheros (Cördoba), de donde procede el genoma de un granjero neolítico de hace 7.245 años, lo que lo convierte en el genoma secuenciado más antiguo del sur de España y representa al de los primeros agricultores de la zona. El nuevo estudio demuestra que los íberos neolíticos muestran diferencias genéticas con los agricultores migrantes que se establecieron en Europa Central y del Norte y viene a confirmar que los primeros agricultores llegaron a la región siguiendo una ruta costera a través del norte del mar Mediterráneo.

“Esto sugiere que los primeros agricultores se remontan a los primeros neolíticos que emigraron a la península y que las posteriores contribuciones de sus homólogos centroeuropeos fueron menores”, explica Valdiosera. A pesar de otras posibles entradas a Iberia, como el norte de África o Europa continental, los investigadores no encontraron diferencias regionales sustanciales dentro de la península. 
Enterramiento neolítico en la Cueva de Los Murciélagos
en Zuheros (Córdoba). FOTO: ANTONIO MORENO

Por otra parte, Juan Carlos Vera, profesor de Prehistoria de la Universidad de Huelva, coautor del estudio y responsable de las intervenciones en las Cuevas de los Murciélagos y de Los Cuarenta, destaca que "significativamente, el genoma secuenciado más antiguo de un agricultor neolítico de Andalucía, un individuo masculino de la Cueva de los Murciélagos perteneciente a la Cultura de la Cerámica a la Almagra, coincide a grandes rasgos con otros genomas secuenciados recientemente, procedentes de regiones como Cataluña pero asociados a la denominada Cultura Cardial".

Asímismo, Torsten Günther, genetista y coautor del estudio añade que “si bien las diferencias geográficas parecen menores, sí vemos algunas diferencias a lo largo del tiempo debido a la interacción y el intercambio genético entre grupos”.

Los primeros agricultores ibéricos muestran niveles notablemente bajos de diversidad genética, lo que indica que la primera ola de migración oriental para establecerse en la península fue relativamente pequeña. Después de este período inicial de baja diversidad, las poblaciones recién llegadas crecieron en tamaño y se mezclaron con los cazadores-recolectores locales, aumentando rápidamente la diversidad genética durante los períodos posteriores. Esto confirma que la historia genética de la zona fue única ya que ha sido influida fundamentalmente por la principal migración prehistórica asociada con la introducción de prácticas agrícolas, conocida como la revolución neolítica.

DIETA DE CULTURAS AGRÍCOLAS
Los autores también investigaron la dieta de estos agricultores neolíticos durante casi 4.000 años, y los resultados mostraron que, a pesar de la interacción biológica significativa entre grupos culturalmente diferentes, la cultura agrícola predominó desde el principio y continuó a lo largo del tiempo. El arqueólogo molecular Colin Smith, otro de los expertos involucrados en el estudio, señala que “curiosamente, si bien observamos una afluencia genética sustancial de ascendencia cazadora-recolectora en los agricultores a lo largo del tiempo, la dieta de estos primeros agricultores no cambia. la dieta es característica de las culturas agrícolas y persiste temporal y geográficamente a lo largo de milenios”.
El estudio ilustra la importancia de la investigación interdisciplinaria para comprender la complejidad de la prehistoria europea.

YACIMIENTOS E INVESTIGADORES 
De los seis yacimientos arqueológicos cuyas secuencias genómicas se presentan en primicia, la mitad son andaluces y más concretamente, cordobeses. Además de la Cueva de los Murciélagos de Zuheros (Neolítico Antiguo), se presentan genomas de la Cueva de los Cuarenta (Neolítico Final) con 5700 años de antigüedad, y del Abrigo rocoso de El Pirulejo, de aproximadamente 4000 años (Bronce Antiguo), ambos situados en Priego de Córdoba. TAmbién se han estudiado los restos humanos procedentes del yacimiento arqueológico del Portalón, en Atapuerca (Burgos). Los análisis genómicos se han llevado a cabo mediante ultrasecuenciación de última generación. 

Entre los expertos españoles que han participado en el estudio también se encuentra Rafael M. Martínez Sánchez, como investigador contratado del Programa "Juan de la Cierva" adscrito al Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada, y miembro del equipo investigador de la Cueva de Los Cuarenta.

12 de marzo de 2018

Aparecen restos de una ciudad romana en Caldes de Malavella (Gerona)

El hallazgo confirmaría la presencia de la urbe "Aquae Calidae" en este emplazamiento entre los siglos II a.C. y II d.C.
Restos descubiertos en Caldes de Malavella. FOTO: AYUNTAMIENTO
Los restos arqueológicos localizados en Caldes de Malavella (La Selva) confirman la presencia allí de un asentamiento romano entre los siglos II a.C. y II d.C. Según informa el Ayuntamiento, la ciudad sería "Aquae Calidae", de la que se habían encontrado indicios como la necrópolis o las termas, pero nunca se había demostrado la existencia de un núcleo urbano.

El descubrimiento se ha producido por sorpresa y como consecuencia de las obras que se llevan a cabo en la carretera de Llagostera y evidencian que Caldes de Malavella, localidad rica en aguas termales, utilizadas ya desde la antigüedad por sus propiedades medicinales, era un municipio vivo y con actividad en la época romana.

Se han encontrado una serie de edificaciones que servían de vivienda y se calcula que el hallazgo tiene una longitud de unos 60 metros. Estas casas son de época romana entre los siglos II a.C. y II d.C. y ha aparecido igualmente un área de paso que se cree que sería una calle.

Para esta localidad eminentemente termal, estos hallazgos tienen mucha importancia porque permiten un conocimiento más amplio del pasado del municipio, cuyo patrimonio histórico es uno de sus principales atractivos turísticos. La localidad cuenta con casas modernistas, las termas romanas y el yacimiento del Camp dels Ninots, donde se han hallado restos fósiles en un extraordinario estado de conservación.

Los últimos descubrimientos han obligado a adaptar el proyecto de mejora de la carretera de Llagostera, ya que en el punto donde se han encontrado las evidencias de la existencia de Aquae Calidae se iba a construir una rampa y unas escaleras.

6 de marzo de 2018

El temporal también descubre restos de unas piletas de salazón romanas en Barbate (Cádiz)

Se trata de un recinto de más de 100 metros cuadrados, ubicado en la misma zona en la que se encuentran las conocidas 'piscinae' o balsas romanas de Trafalgar. La construcción descubierta aparece bien conservada, ya que la arena que hasta ahora la ha cubierto ha preservado buena parte de la estructura.
Las piletas romanas emergidas en el tómbolo de Trafalgar. FOTO: ANTONIO ARAGÓN
El paso del temporal por las costas de Trafalgar ha dejado a la vista un nuevo hallazgo arqueológico en el término municipal de Barbate, un recinto de más de 100 metros cuadrados, ubicado en la misma zona en la que se encuentran las conocidas 'piscinae' o balsas romanas de Trafalgar, presumiblemente usadas en la antigüedad como piletas de salazón.

Según ha indicado el Ayuntamiento de Barbate en una nota, los restos descubiertos por el temporal que ha azotado la costa se hallan al mismo nivel del mar, más bajo que las piletas.

Por su parte, el técnico de la Delegación de Cultura, Antonio Aragón, ha emitido un informe tras inspeccionar el hallazgo con el fin de investigar más a fondo este descubrimiento. Del documento, según ha apuntado el Ayuntamiento, se desprende que sus medidas son, aproximadamente, de 15 metros de largo por siete de ancho.

Asimismo, ha indicado que al contrario que las 'piscinae', siempre al aire libre y maltratadas por agentes erosivos y objeto de algunas conductas incívicas, la construcción descubierta aparece mejor conservada, ya que la arena que hasta ahora la ha cubierto ha preservado buena parte de la estructura.

No obstante, lo que ahora se puede ver no parece sino una sección transversal del conjunto, pues quizá se han perdido sillares que elevaban la altura de la construcción, ha indicado el Ayuntamiento, que ha explicado que de los cuatro lados que supuestamente tiene el recinto, solo tres son perceptibles a simple vista.

Uno de ellos, el más llamativo, está compuesto por sillares labrados en piedra arenisca, cuyas dimensiones son aproximadamente de 50 por 50 centímetros. Además, en la zona interior del recinto aparecen restos de tambores de columnas también labradas en arenisca.

Según ha indicado el Ayuntamiento, todos estos restos solo son perceptibles con marea baja, pues con marea alta las olas baten abiertamente el lugar, y es de suponer que las deposiciones de arena que arrastran las mareas volverán a cubrirlo con el tiempo.

(Fuente: Diario de Cádiz)

5 de marzo de 2018

El temporal destapa en Cádiz restos del acueducto romano

Los expertos conocían la existencia de esta obra, pero hasta ahora no había estado a la vista. También han aflorado secciones de la calzada romana que se tragó el maremoto de 1755
Moisés Camacho y Antonio de la Cruz, de Adip, junto a uno de los restos del acueducto en Cortadura. FOTO: ADIP
Restos del acueducto de Gades, la impresionante obra civil que transportaba el agua a la ciudad desde los manantiales del Tempul, han salido a la luz en Cortadura tras el temporal Emma. No sólo destrozos ha causado la temible borrasca que ha sacudido la costa gaditana. Así, en la extensa playa gaditana se podían ver durante la mañana de ayer algunos vestigios del quinto acueducto más grande de todo el Imperio Romano, además de secciones nunca antes vistas de la calzada utilizada entre los siglos XVI y XVIII que se tragó el maremoto de 1755 y que seguía el trazado de la antigua calzada romana.

Desde el Ayuntamiento de Cádiz y desde la Asociación para la Difusión e Investigación del Patrimonio Cultural de la provincia de Cádiz (Adip) confirmaron la noticia que celebramos desde la mañana del domingo gracias a algunos ciudadanos comprometidos con el patrimonio de la ciudad que no dudaron en dar la alerta a Moisés Camacho y a Antonio de la Cruz, de Adip, tanto de la aparición del hallazgo como de la actitud imprudente de algunos curiosos que se pusieron a escarbar en la arena alrededor de los restos, haciendo inevitable el paralelismo con el popular tanguillo de los Duros Antiguos. Y, sí, también estaba la playa igual que una feria...


EL QUINTO ACUEDUCTO MÁS GRANDE DEL IMPERIO ROMANO
De esta forma, tanto Camacho como De la Cruz se personaron rápidamente en la playa de Cortadura e informaron a los ciudadanos de la inconveniencia de trastear entre los vestigios. "En cuanto llegamos avisamos a la Policía y al Ayuntamiento y nos quedamos allí vigilando hasta que vinieron tanto los efectivos, como el teniente de alcalde Martín Vila y el arqueólogo municipal", explica Camacho, presidente de Adip, que valora este hallazgo ya que "aunque sabíamos que el trazado del acueducto pasaba por ahí, nunca lo habíamos visto y han aparecido como 5 o 6 restos pero se presume que hay más".

"También, desde el sábado estamos viendo nuevos tramos de la calzada que se llevó el maremoto y que este temporal ha sacado a la luz y esperamos que se valore y se proteja", desea Camacho que recuerda que esta calzada se utilizaba entre los siglos XVI-XVII y que estaba construida reutilizando material romano, de la antigua calzada romana. "Lo que se conserva son los muros laterales. El muro más cercano al mar está totalmente derribado como consecuencia del maremoto del 1 de noviembre de 1755 quedando en pie parte del muro más lejano al mar en algunos lugares", añade.

Por su parte, fuentes municipales confirman que "tanto el edil Martín Vila como el arqueólogo municipal han estado en la zona en la que han aparecido los restos de acueducto y dieron aviso a la Policía Local para que vigilara el área".

Al mismo tiempo, desde el Consistorio se ha contactado "con la Junta de Andalucía y la Guardia Civil para que estén al tanto de los hallazgos y realicen sus labores de seguridad y vigilancia" y en estos días se va a pedir a Costas que, dentro de los arreglos que tienen que efectuar por el temporal, "realicen las labores oportunas de conservación del acueducto y la vía romana". Asimismo, estas mismas fuentes municipales aseguran que "durante este tiempo el Ayuntamiento va a aprovechar para estudiar el yacimiento y catalogarlo".

Hay que recordar que en el pasado mes de septiembre, Paco Carrillo, un ciudadano aficionado al patrimonio, alertaba de la aparición de un pequeño resto del acueducto en la zona de El Chato. El miembro del grupo de Patrimonio de la Isla avisó a la Policía Local que le indicó que desenterrara la pieza, le hiciera una fotografía, la volviera a enterrar y enviara su ubicación.

Otros restos del acueducto de más de 80 kilómetros, la obra más ambiciosa que los romanos legaron a la provincia de Cádiz, procedentes de su recorrido por la playa de Cortadura se pueden contemplar en la plaza Asdrúbal desde su traslado en los años 80.

2 de marzo de 2018

Cae una red que expoliaba yacimientos arqueológicos subacuáticos en Cádiz

La operación policial finaliza con la detención de tres personas, buceadores profesionales de la provincia, y la investigación de dos empresarios, muy conocidos y que gestionaron en su día el yacimiento de la Casa del Obispo. Entre los objetos intervenidos destaca una estela funeraria visigoda, una campana y un astrolabio de bronce y dos cañones pedreros también de bronce
Algunas de las piezas encontradas en el fondo de la bahía gaditana. FOTO: JESÚS MARÍN
Las profundidades del mar de Cádiz son un tesoro. Un reino oculto que igual permite que vivan como reinas las mojarritas que incita a buceadores amantes de la arqueología –sin título pero con varios masters en picaresca– a adentrarse en sus dominios a la caza de riquezas. Riquezas prohibidas, claro, pecios hundidos durante siglos, piezas de un valor incalculable que deben estar en museos para el disfrute de toda la sociedad y no de unos pocos privilegiados.

En uno de estos templos de la antigüedad, el Museo Provincial de Cádiz, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil montó lo que bien podría ser un muestrario de nuestra historia, desde la época visigoda al esplendor del comercio con las Américas. Todo el material exhibido ante los medios de comunicación ha sido recuperado tras una laboriosa operación, denominada Versos, y que ha finalizado con la detención de tres personas, buceadores profesionales de la provincia, y la investigación de dos empresarios, muy conocidos y que gestionaron en su día el yacimiento de la Casa del Obispo, cuya explotación está en litigio judicial en la actualidad tras haber reclamado el Ayuntamiento su titularidad. Los cinco están acusados de presuntos delitos contra el patrimonio histórico, blanqueo de capitales y apropiación indebida y receptación. Durante la operación se realizaron 10 registros entre domicilios, garajes y embarcaciones, además de en dos yacimientos arqueológicos.

La operación se inició al detectar los agentes de la Benemérita una supuesta venta de objetos arqueológicos expoliados, en la que estarían implicados buceadores de la provincia. Al avanzar la investigación, quedó clara la vinculación de estos con empresarios relacionados profesionalmente con yacimientos arqueológicos de la zona. “Los buceadores no son titulados en arqueología pero saben mucho de la materia, les interesa, han aprendido desde que eran muy jóvenes y conocen perfectamente dónde se encuentran estos yacimientos”, comentaba el teniente Juan José Águila, jefe del grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil. De esta manera, y en el transcurso de las pesquisas, pudo conocerse que los empresarios anteriormente citados habrían hallado una estela funeraria de origen visigodo en el yacimiento arqueológico que gestionan, y que al parecer este hallazgo no habría sido comunicado a las autoridades responsables del patrimonio en la Junta de Andalucía, además de haber sido hallada durante una fase en la que la explotación no contaba con los permisos preceptivos para llevar a cabo esas obras. Los expertos datan esta estela en torno al siglo VI y piensan que pertenecía a una persona muy reconocida en la ciudad.

OBJETOS RECUPERADOS
Entre los objetos intervenidos destacan, además de la estela funeraria visigoda, cuya importancia radica en los escasos restos de este mismo origen existentes en la zona, una campana de bronce, posiblemente procedente de un naufragio inglés, con la inscripción WB 1680, un astrolabio de bronce, y dos cañones pedreros de bronce que ya habían sido extraídos por los detenidos y que, por la inscripción que lleva, pertenecería a un navío de la Armada portuguesa del siglo XVI, además de numerosas ánforas, monedas y otros objetos pendientes de catalogación y valoración por el Centro de Arqueología Subacuática y por el Museo de Cádiz, lugar donde ha sido depositado todo lo intervenido y donde se le realizará el tratamiento necesario para su óptima conservación.

También destacan dos elementos decorativos realizados en bronce que parecen representar una serpiente o animal mitológico, para cuya recuperación fue necesario acceder a un pozo de más de seis metros de profundidad, donde se encontraban ambas piezas sumergidas para dificultar su localización bajo más de un metro y medio de lodo. Para extraerlos fue necesaria la colaboración de los bomberos de Chiclana, que ayudaron a bombear el agua existente en el pozo, situado en un finca de uno de los detenidos.

Además los agentes recuperaron botellas, flotadores, torpedos y otros elementos para la práctica del buceo, destacando entre el material intervenido un ROV (Vehículo de Observación Remota) utilizado para inspeccionar el fondo de manera remota, desde una embarcación en superficie, así como un magnetómetro, diseñado para detectar la presencia de restos de metal en el fondo marino. Del análisis de los medios técnicos intervenidos a los detenidos para la navegación, se han obtenido más de una docena de coordenadas geográficas en la costa gaditana donde presumiblemente se encuentran más restos arqueológicos, que una vez examinados aportarán información que permitirá conocer la historia de los mismos, al tratarse esta de una zona históricamente muy activa en lo referente a hundimientos de barcos por tormentas o por enfrentamientos navales principalmente.

Estas coordenadas están siendo inspeccionadas conjuntamente por la Guardia Civil y por el Centro de Arqueología Subacuática del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) habiéndose localizado a día de hoy, además de lo intervenido en esta operación, dos cañones de bronce de gran tamaño pendientes de catalogación y valoración para su extracción y posterior conservación. La importancia de la operación radica, además de en la recuperación de todos los efectos intervenidos durante el desarrollo de la misma, en la abundante información que sin duda podrá obtenerse con los restos arqueológicos que se están encontrando en las coordenadas analizadas, además de permitir su protección y conservación.

Hay que destacar la protección integral del patrimonio histórico que realiza la Guardia Civil, mediante su capacidad para operar en diferentes medios con la coordinación de varias de sus especialidades como son Policía Judicial, Unidades Territoriales, Servicio Marítimo y GEAS entre otras.

De hecho, el equipo del Centro de Arqueología Subacuática está participando en la inspección de los puntos señalados para certificar la existencia de restos arqueológicos y en ese caso inscribir los posibles yacimientos en el catálogo y añadirlos a la Carta Arqueológica. Del mismo modo, una vez comprobada su existencia se estudiará la necesidad de adoptar las medidas adecuadas para que no corran peligro los hallazgos y evitar nuevos expolios.

A la presentación de las piezas recuperados acudieron el subdelegado del Gobierno en la provincia, Agustín Muñoz, que destacó “la importancia de la colaboración conjunta para preservar el patrimonio”;así como el delegado provincial de Cultura, Daniel Moreno, quien resaltó que de las coordenadas obtenidas ya se han examinado cuatro. “La segunda fase será su catalogación y extracción para salvaguardar nuestro patrimonio”. Moreno adelantó que la Delegación estudia medidas contra los empresarios participantes en esta trama.Tanto la directora del Centro de Actividades Subacuáticas, Carmen García Rivera;como el director del Museo Provincial, Juan Alonso de la Sierra, se congratularon por el buen término de la operación y la rareza de las piezas.

27 de febrero de 2018

Recuperadas 1.300 piezas expoliadas en el yacimiento de Valencia La Vella de Ribaroja (Valencia)

La Guardia Civil ha detenido a un saqueador de Ribaroja que utilizaba un detector de metales en las excavaciones para venderlas en el mercado negro. Monedas de época romana, puntas de flecha de la Edad Media, proyectiles de mosquete de las guerras carlistas, iconos religiosos tanto del islam como del cristianismo y muchas piezas de la época visigoda son parte del botín recuperado
Arqueólogos trabajando en el yacimiento de Valéncia la Vella, donde se produjo el expolio.
Los saqueadores del patrimonio arqueológico de València habían encontrado en el yacimiento de València la Vella, en Ribaroja del Túria, sus particulares «minas del Rey Salomón» dado el valioso botín histórico que se esconde bajo las cinco hectáreas que ocupaba la antigua ciudad visigoda. La Guardia Civil, tras una investigación de varios meses, ha logrado poner freno a este expolio con la detención de un hombre de 36 años, a quien le han intervenido cerca de 1.300 piezas extraídas de forma ilegal de las excavaciones de este enclave único en la Comunitat. Los objetos, algunos de los cuales se remontan a la época romana, ya se encuentran en buenas manos en el Museo de Prehistoria de València.

Monedas de la época de la República de Roma, puntas de flecha de la Edad Media, proyectiles de mosquete de las guerras carlistas, iconos religiosos tanto del islam como del cristianismo y muchas piezas de la época visigoda son parte del botín recuperado por los agentes del Instituto Armado, que han contado con la colaboración de la Policía Local de Ribaroja.

ANÁLISIS DE LAS PIEZAS
Desde hace unas semanas todo este valioso material arqueológico permanece en el Museo de Prehistoria de València, donde bajo la supervisión de su directora Helena Bonet, los arqueólogos analizan pieza por pieza para su catalogación. El objetivo, además de cuantificar el valor del material recuperado por la Guardia Civil, es que en un futuro se pueda exponer en el citado museo para que todos los visitantes puedan disfrutar y conocer la historia de la provincia a través de sus restos.

Esto no sería posible si el arrestado, vecino de Riba-roja, hubiera logrado su propósito, que era poner en circulación las piezas en el mercado negro fuera de España. Aunque ya había vendido algunas de ellas a su círculo más cercano -se desconoce cuántas- el sospechoso se preparaba para sacar un gran beneficio económico de éstas, como así demuestra que estuviera buscando asesoramiento legal y posibles compradores en foros especializados en la materia.

LIBERTAD CON CARGOS
En el registro de su domicilio los agentes comprobaron que tenía un taller para limpiar concienzudamente los objetos expoliados, y que incluso los ponía a la venta en su propia casa. El Juzgado de Instrucción número cuatro de Llíria lo ha dejado en libertad con cargos, acusado de un delito contra el patrimonio histórico, de robo con fuerza, ya que forzó el acceso a las excavaciones, y de un delito de apropiación indebida, indicaron fuentes jurídicas.

El arrestado se colaba en las excavaciones aprovechando los momentos en los que no había nadie trabajando en ellas, tras forzar el vallado que colocó el Ayuntamiento en esta zona protegida, y con un detector de metales peinaba el terreno en busca de su botín. Aunque tiene concedida una autorización de la Generalitat para tener este aparato detector de metales, su suso está limitado para playas, por lo que también podría ser sancionado vía administrativa por ello.

Fuentes del Ayuntamiento de Riba-roja confirmaron que existen diligencias abiertas por estos hechos y que la detención llevada a cabo por el equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Riba-roja forma parte de la llamada «Operación Pandora» a escala europea, pero que por el momento no pueden concretar qué tipo de piezas han sido recuperadas.