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20 de mayo de 2016

Los Dólmenes de Antequera, más cerca de ser Patrimonio Mundial de la Humanidad

El conjunto arqueológico logra el apoyo del órgano de la UNESCO. La Junta valora positivamente la noticia pero pide "prudencia" ante la decisión final, que será en julio.
El comité de Patrimonio Mundial de la Unesco se reunirá para tratar el sitio de los dólmenes entre el 10 y el 20 de julio en Estambul.
Los Dólmenes de Antequera (Málaga) han conseguido el visto bueno del Consejo Internacional de los Monumentos y los Sitios (Icomos), órgano consultivo de la Unesco, para que puedan ser declarados por esta institución como Patrimonio Mundial el próximo julio en Estambul (Turquía).

El Ayuntamiento antequerano ha anunciado este jueves esta decisión y el director de ese conjunto arqueológico, Bartolomé Ruiz, ha asegurado que se entiende que con tal informe favorable de los expertos en julio el reconocimiento será oficial; ya que no le consta que haya sido rechazada una propuesta con ese visto bueno previo.

El consistorio ha explicado que los expertos de Icomos han dado su plácet al Plan especial de protección del entorno de los dólmenes que presentó el ayuntamiento para acometer una serie de actuaciones con medidas correctoras que controlen el crecimiento en la zona industrial del municipio y que se incluirán en la revisión del PGOU.

También se ha dado el visto bueno al planteamiento de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía sobre las reformas a realizar en el futuro museo de los dólmenes.

El comité de Patrimonio Mundial, integrado por los embajadores de la Unesco de los diferentes países, se reunirán para tratar este expediente del sitio de los dólmenes entre el 10 y el 20 de julio en su reunión anual en Estambul.

LA JUNTA PIDE PRUDENCIA ANTE LA DECISIÓN FINAL
Por su parte, la consejera de Cultura de la Junta, Rosa Aguilar, ha valorado la "magnífica noticia" que supone que el Sitio de los Dólmenes de Antequera dé un paso "decisivo" para poder ser declarado Patrimonio de la Humanidad, pero ha pedido "prudencia" a la espera de la decisión final de la UNESCO.

Aguilar ha informado que han recibido este jueves "la magnífica noticia" de que el Sitio de los Dólmenes estará en Estambul y ha señalado que se trata de un paso "decisivo, trascendental y una muy buena señal", para lograr que el monumento se convierta en Patrimonio de la Humanidad, tal y como se reclamaba por parte de todas las administraciones.

Aguilar ha explicado que "todavía queda la última decisión" de la UNESCO, por lo que a la "alegría" de la noticia recibida hoy deben sumar la "prudencia necesaria" y el respeto a esta organización, "que es quien definitivamente tiene la última palabra".

"Somos prudentes y esperamos que definitivamente la UNESCO hable", ha agregado la consejera, quien ha opinado que hasta ahora han hecho las cosas "bien, todos juntos" y así es como deben seguir.

(Fuente: Europa Sur)

19 de mayo de 2016

Las excavaciones de Numancia buscarán la ciudad arrasada por Escipión

La investigación de este verano se centrará en el asentamiento numantino más antiguo del que se tiene constancia. El refuerzo de personal permitirá que las excavaciones de este año sean más amplias que las de ediciones anteriores.
Veintidós estudiantes participarán en el campus de Arqueología este verano.
El equipo de excavación del yacimiento de Numancia buscará este verano la distribución urbana de la ciudad celtíbera del 133 antes de Cristo que arrasó Escipión. Los trabajos se centrarán en el sureste de los restos de la antigua ciudad, ubicada en el cerro de Garray. Esta campaña se enmarca dentro del Proyecto de Investigación de Numancia que contará en esta edición con la ayuda de 22 estudiantes y aficionados a la arqueología que participarán en un campus de arqueología.

Las excavaciones se desarrollarán entre el 15 de julio y el 15 de agosto. En la primera quincena trabajarán solo los miembros del equipo investigador y en la segunda quincena se incorporarán los participantes en el campus de trabajo. Este refuerzo de personal permitirá que las excavaciones de este año sean más amplias que las de ediciones anteriores que a causa del escaso presupuesto no han sido muy extensas. El campus de trabajo se ha organizado gracias a la aportación de la Diputación al proyecto de más de 7.200 euros que se sumará a los 9.000 euros que aportará la Junta de Castilla y León a Numancia.

El objetivo es abrir una superficie amplia de terreno en la manzana 24 de la ciudad para dar continuidad a la manzana 23, según explicó el director de las excavaciones, Alfredo Jimeno. En las anteriores campañas, los arqueólogos de Numancia han conseguido llegar al nivel de las edificaciones de la ciudad celtíbera que se encontró Escipión. «En las recientes zonas que hemos abierto hemos conseguido llegar al nivel de las edificaciones de las casas de este periodo, pero necesitamos saber cómo estaba distribuida la ciudad».

Jimeno confía en que los trabajos de este verano permitan avanzar en el conocimiento de la Numancia que ha pasado a la posteridad por su hazaña y su resistencia a la conquista del Imperio Romano.

La investigación de este verano se centrará en el asentamiento numantino más antiguo del que se tiene constancia. A lo largo de las diferentes campañas se ha constatado un asentamiento celtíbero anterior a la conquista romana. Posteriormente, después de Escipión la ciudad se repobló con indígenas pero fue destruida entre los años 72-75 antes de Cristo. Jimeno subrayó que las dos ciudades celtíberas no están documentadas. Existe un mayor conocimiento de lo que fueron los dos periodos de asentamientos romanos que «son las ruinas que están abiertas a la visita del público», dijo Jimeno.

El director de Numancia aseguró que la celebración del campus de trabajo abre una oportunidad para el yacimiento. Aseguró que durante los 15 días el trabajo de campo se completará con explicaciones de cómo se procesa la información arqueológica y cómo se trabaja de documentación.

(Fuente: Diario de Soria)

18 de mayo de 2016

Desvelan los secretos del sarcófago romano hallado en Córdoba

La caja con una tapa con decoración floral hallada en agosto del 2015 durante las obras de la biblioteca de los jardines de Los Patos contenía a un varón de menos de 30 años, de 1,75 metros, de condición social intermedia, que no llevaba ajuar
Tapa con decoración floral. DIARIO CÓRDOBA.
Las labores de pilotaje llevadas a cabo durante las obras de la biblioteca que construye el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en los jardines de la Agricultura, conocidos popularmente como de Los Patos, dejaron al descubierto en agosto del año pasado un sarcófago romano. El sarcófago ya ha sido analizado por un equipo dirigido por la arqueóloga Fátima Castillo, que estuvo al frente también de la excavación arqueológica del solar y de las labores de seguimiento durante las obras, y que relata lo que escondía en su interior.

"MICROEXCAVACIÓN"
La «microexcavación», que así es como se denominan los trabajos llevados a cabo por el arqueólogo Rafael Caplés, con el apoyo de restauradores y una antropóloga, tenía tres objetivos, según explica Fátima Castillo, responsable de la empresa Arqueoqurtuba. El primero, señala, «la limpieza exterior del sarcófago para comprobar su estado de conservación y documentar la técnica utilizada en su fabricación», que «ha permitido visualizar toda la decoración de la tapa para su posterior análisis estilístico». El segundo, «la excavación del interior de la caja del sarcófago para exhumar el esqueleto del individuo que contenía para documentar el ritual de enterramiento y recuperar el posible ajuar u otros elementos que aportaran más información respecto a esta inhumación». Por último, «el análisis antropológico al esqueleto para determinar su sexo y edad y hallar posibles patologías que hubiera sufrido».

Todo este laborioso proceso se ha llevado a cabo durante dos semanas. Castillo señala que la limpieza del sarcófago ha permitido saber que su planta es «trapezoidal, más ancha en la cabecera». En este sentido, indica que «la caja tiene una longitud de 1,83, con una anchura en la cabecera de 45 centímetros y en los pies, de 35, y una altura de 30».

UN VARÓN MENOR DE 30 AÑOS
En cuanto a su ocupante, Fátima Castillo explica que es «un varón, adulto joven y menor de 30 años», que «no presentaba ninguna patología importante», aunque destaca «el notable desgaste de su dentición y la evidencia de retroceso alveolar asociado a una enfermedad periodontal». Además, «medía 1,75 de longitud», «sería de una condición social intermedia» y no llevaba ajuar, por lo que no se ha podido precisar la cronología del enterramiento. En este sentido, indica que, «aunque son poco frecuentes, los sarcófagos de plomo están relacionados con una condición socialmente intermedia». En Hispania, recuerda, estos sarcófagos son propios de los siglos II al V después de Cristo y «es posible que sea de una producción local».


El interior de la caja estaba «colmatado de tierra de tonalidad castaño claro con pequeños fragmentos de cerámica romana, algunos huesos de fauna, pequeños trozos de vidrio y semillas», todo, de «dimensiones minúsculas», indica Castillo. Bajo esa tierra, «el individuo estaba dispuesto en decúbito supino, con la parte superior del cráneo girada sobre sí mismo, el brazo derecho semiflexionado sobre la pelvis y el brazo izquierdo, sobre el abdomen, las piernas estiradas, y la cabeza apoyaba sobre un ladrillo».

GRAN DETERIORO
La arqueóloga explica que el sarcófago presentaba «un gran deterioro como consecuencia de la acción mecánica que han ejercido las arcillas, que se caracterizan por tener una gran plasticidad», por lo que son «susceptibles de cambios de temperatura y humedad que han provocado expansión y contracción durante siglos favoreciendo su deterioro».

Durante los trabajos de seguimiento arqueológico, en la zona lateral oriental de la parcela, aparecieron 33 enterramientos. El sarcófago «pertenece a la denominada tumba 34», indica Castillo, que cuenta que tenía «una cubierta de tégulas como el resto de las tumbas y estaba reforzada con mampuestos, cantos rodados y ladrillos a modo de calzos». Bajo esa cubierta, recuerda, «encontramos el sarcófago formado por dos cuerpos, la cubierta y la caja, y la tapa con decoración floral». El sarcófago de Los Patos se encuentra protegido en el almacén del Museo Arqueológico desde su aparición.

17 de mayo de 2016

Identifican el nombre del personaje enterrado en la torre funeraria romana de Sant Josep, en Villajoyosa (Alicante)

Es un hallazgo de gran importancia arqueológica, porque es la única inscripción que se conserva de las tres grandes torres funerarias romanas conservadas en la Península Ibérica. La inscripción está dedicada a Lucio Terencio Mancino, hijo de Marco que debió ser un personaje principal de la época de esplendor del municipium romano de Allon (Villajoyosa)
La inscripción está tallada en un bloque de mármol de Buixcarró (Valencia),
El equipo científico que investiga la torre funeraria romana de Sant Josep, en Villajoyosa, ha descubierto la inscripción que, con toda probabilidad, da el nombre del difunto allí enterrado entre 150 y 170 d. C. Es un hallazgo de gran importancia arqueológica, porque es la única inscripción que se conserva de las tres grandes torres funerarias romanas conservadas en la Península Ibérica.

Curiosamente, la inscripción llevaba años depositada en los fondos de Vilamuseu, y solo una serie de proyectos de investigación concatenados ha permitido este descubrimiento.
Los trabajos de recuperación del monumento comenzaron en 2008 con la demolición de la casa adosada, y siguieron varias campañas de excavaciones desarrolladas por el Servicio Municipal de Arqueología y la Universidad de Alicante dentro del proyecto Villajoyosa Romana. Se hallaron 25 nuevos sillares procedentes del monumento, que según el cronista Escolano se desmontaron en 1543 para obtener piedra para reparar las murallas de La Vila, destruidas ese año por corsarios turcos; pero los sillares nunca llegaron a trasladarse a La Vila y se quedaron en las inmediaciones de la torre.

Estas nuevas piezas fueron cruciales para la restauración del monumento, realizada y patrocinada en 2015 por la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Villajoyosa, con el copatrocinio de Elaine Evans, que también ha costeado los jardines funerarios romanos recién inaugurados. Se realizó la fotogrametría y 3D de la torre, y se publicó todo el proyecto en la revista Lucentum de la Universidad de Alicante, lo que aportó una gran cantidad de datos y mediciones de los que antes se carecía.


Durante la preparación de la publicación del trabajo de Fin de Grado de Historia de Antonio Sellés y Antonio Espinosa, director de Vilamuseu, al dibujar una inscripción que durante siglos estuvo en la finca de la Almiserà, a 2 Km de la torre, se descubrió que tanto ésta como dos bases de pedestales de piedra que había en la zona procedían, muy probablemente, de la torre de Sant Josep.

TRABAJO CONJUNTO
Se trabajó conjuntamente con los arqueólogos Diego Ruiz, codirector de las excavaciones, y Ana Charquero, especialista en virtualización del patrimonio, y se comprobó que todas las mediciones coincidían exactamente, y que el tipo de inscripción era característico de estos monumentos funerarios. La inscripción está tallada en un bloque de mármol de Buixcarró (Valencia), que sobre todo se usó desde mediados del s. I y durante el s. II, precisamente cuando se construyó la torre. La inscripción debió estar empotrada en la cara norte de la torre, y solo encaja exactamente en la 7ª hilada, que tiene la misma altura que el epígrafe, 68 cm., y el fondo necesario para entrar. Es justamente la hilada en la que se suponía que estuvo la inscripción. Eso explicaba que las letras de la inscripción fuesen de gran tamaño, porque debían ser leídas a 5 m de altura.

LUCIO TERENCIO MANCINO
La inscripción está dedicada a Lucio Terencio Mancino, hijo de Marco, y solo se ha perdido la mención de su tribu (en las que se dividía el pueblo romano para ejercer su derecho al voto). Por el momento no se sabe más de este Terencio, que debió ser un personaje principal de la época de esplendor del municipium romano de Allon (Villajoyosa), a juzgar por la costosísima tumba que se mandó construir, rodeada de uno de los mayores recintos funerarios conocidos en Europa.

Estas investigaciones se presentarán en una conferencia durante las jornadas sobre la Torre de Sant Josep que tendrán lugar en el salón de actos del Centro Social, los días 17 y 18 de mayo, para celebrar el Día Internacional de los Museos, este año con el lema ‘Museos y Paisajes Culturales’, ya que la torre y su jardín funerario, recién restaurados, forman uno de los paisajes culturales más atractivos y relevantes de Villajoyosa. Las jornadas contarán con la presencia de arqueólogos tan prestigiosos como Manuel Bendala y Lorenzo Abad, catedráticos de Arqueología de las Universidades Autónoma de Madrid y de Alicante, respectivamente, que publicaron el primer estudio sobre la torre en 1984.

(Fuente: El Periodic)

16 de mayo de 2016

Hallan en la Catedral de Valencia parte de su primitivo campanario del siglo XIII, anterior al "Miguelete"

La ampliación del museo de la Catedral de Valencia ha permitido sacar a la luz parte del primitivo campanario que tuvo la Seo en el siglo XIII, conocido como la torre de San Pedro, que fue destruido después y sustituido por el Micalet en el siglo XV.
Una claraboya indica que éste fue un espacio exterior.
De esta forma, “el visitante del museo podrá acceder a la denominada ´sala de la Torre`, en la planta superior, donde podrá ver parte de las paredes externas del también llamado ´campanar vell`, y donde, además, una claraboya indica que esta zona era un espacio exterior”, según indica Salvador Vila, arquitecto conservador de la Seo y responsable de la restauración y ampliación del museo, en el último número del periódico diocesano "Paraula".

Tras el derribo del “"campanar vell”" comenzó, en 1381, la construcción de la actual torre campanario del Miguelete por el arquitecto Andreu Juliá.

RESTOS DE LA VALENCIA ROMANA
Asimismo, en el subsuelo de la Seo, a 2,5 metros por debajo del nivel de la cota 0, las obras han dejado al descubierto restos de la antigua Valencia romana de entre los siglos I y III, de su entramado urbano, así como de construcciones visigodas e islámicas, y cimentaciones de la primitiva Catedral.

Entre los restos romanos han aparecido unas casas “que debieron pertenecer a familias importantes de la ciudad”, que se encuentran en una calle “que con dirección de Norte a Sur llega directamente al centro de la Valencia romana de los siglos I al II”, fechas que se determinarán con más precisión tras los estudios que se van a llevar a cabo, ha explicado el arquitecto.

En total, “son unos 90 metros cuadrados de pavimento romano, de los cuales unos 30, aproximadamente, podrán ser visitados sobre una pasarela metálica instalada a poca distancia sobre ellos para preservar su estado”.

ALCANTARILLADO 
Igualmente, en el recorrido se aprecia parte del sistema de alcantarillado romano y ha aparecido una reja romana “que se ha dejado en el mismo punto donde se descubrió por su frágil estado, que debió pertenecer a la casa que tiene a su lado”.

Además, ha sido encontrada una infraestructura hidráulica formada por unos pozos y un aljibe, “ubicada debajo de un edificio del siglo XVII o XVIII que, a su vez, utiliza otro espacio subterráneo, con unos muros de tapial y que podrían ser parte de construcciones islámicas o anteriores”, así como distintos estratos de los cementerios que rodeaban la Seo y restos óseos.

CIMIENTOS DE LA CATEDRAL GÓTICA
Finalmente, los trabajos también han sacado a la luz “los cimientos de la antigua capilla gótica de San Miguel y San Pedro, del siglo XIV, que hoy es la capilla de San José, de la que en altura hemos sacado a la luz su ventanal, oculta tras un muro”.

(Fotografías: Superior: A la izquierda, losa de piedra romana reutilizada, probablemente, como tapa de un enterramiento visigodo, y después como parte de construcción islámica. Junto a ella, cimientos de la antigua capilla gótica de San Miguel y San Pedro, del siglo XV, hoy, capilla de San José; central: restos del primitivo campanario del s. XIII de la Catedral; abajo: restos de una reja romana hallada en el subsuelo.

13 de mayo de 2016

"Arqueología en pijama", una aventura para niños hospitalizados

El Museo Arqueológico de Sevilla lleva la historia y el romanticismo de las excavaciones a las aulas de los hospitales de la ciudad. El objetivo de la iniciativa es mantener la llama de la curiosidad e incentivar la pasión por la arqueología entre los niños hospitalizados a la vez que olvidan por un rato dónde están.
"El Museo en Pijama" se desarrolla en los hospitales Virgen del Rocío y Macarena de Sevilla. FOTO: HISTORIAS DE LUZ.
Es ‘El Museo en Pijama’, un proyecto que surgió en 2011 cuando el hijo del conservador del museo pasó por un ingreso. El objetivo es mantener la llama de la curiosidad e incentivar la pasión por la arqueología entre los niños hospitalizados a la vez que olvidan por un rato dónde están.

El promotor de la idea es Juan Ignacio Vallejo, conservador del Museo Arqueológico de Sevilla, que declara que con esta iniciativa lo que se pretende es despertar la curiosidad de los pequeños. "“Con algún arqueólogo en potencia me he encontrado, sobre todo con el ansia de querer excavar restos de dinosaurios. Les digo, bueno ya más adelante os comentaré qué hacen los paleontólogos, pero la técnica es la misma”, dice Vallejo. 

Y demostrar que la Historia puede ser divertida, que la Arqueología es toda una aventura y que, si ellos quieren, el Museo Arqueológico les espera cuando reciban, por fin, el alta. Son los objetivos del proyecto ‘El Museo en Pijama’.

 La idea se puso en marcha en 2011. Desde entonces, una vez al trimestre, este arqueólogo visita las aulas de los hospitales de la ciudad con los voluntarios de la Asociación de Amigos del Museo. Por esta del Macarena pasan 800 niños al año.

Y así transcurre la mañana, entre diversión, aprendizaje y sueños infantiles que un día podrán hacerse realidad, lejos, muy lejos, del hospital. 
(Fuente: Historias de Luz)

12 de mayo de 2016

Rescatan un ancla de 1.500 años en aguas de Jávea (Alicante)

La pieza de 200 kilos de peso fue izada en aguas del Portitxol y arrastrada hasta el Club Náutico. En su recuperación participaron miembros del Centro de Arqueología Subacuática de la Comunidad Valenciana en colaboración con el Museo Arqueológico y la Policía Local.
MIembros del equipo de rescate posan con el ancla a su llegada al Club Náutico de Jávea. FOTO: RAFAEL MARTOS.
Nuevo hallazgo arqueológico en aguas de la Marina Alta, siempre muy prósperas en estos encuentros con la historia. Durante la mañana del miércoles miembros del Centro de Arqueología Subacuática de la Comunitat Valenciana en colaboración con el Museo Arqueológico y la Policía Local de Xabia rescataron del fondo marino del Portixol un ancla lítica de unos 200 kilos de peso y unos 1.500 años de antigüedad.La pieza estaría fechada en el último periplo del Imperio Romano o al principio de la Alta Edad Media.

Del hallazgo han informado tanto el Club Náutico de Xàbia en su página de Facebook como el submarinista y fotógrafo Rafael Martos en su blog. Martos agregó que la existencia de este ancla lítica se conocía desde hace varias semanas. Y añade que en la expedición de rescate estaba integrada la lancha de la Policía Local.

Describe además los pormenores de este rescate arqueológico. Así, el ancla se encontraba sumergida a unos veinte metros y una vez que los submarinistas completaron la inmersión y llegaron hasta el fondo se pasó un cabo por uno de los dos orificios del ancla y se amarraron tres globos que, una vez llenos de aire comenzaron a elevar la roca.

Según relata Martos, por cierto, hubo alguna dificultad debido a una fuga de aire o rotura que provocó que la pieza volviera a depositarse con violencia en el fondo. No obstante, el problema pudo solventarse con rapidez debido a que los globos aún conservaban el aire y el cabo ya se encontraba en la superficie por lo que los tripulantes de la embarcación lograron arrastrarlo. Una vez que el ancla fue izada, se aseguró su flotabilidad con varias boyas de defensa de la embarcación y fue arrastrada hasta el Club Náutico, donde se extrajo con la ayuda de una grúa.

Martos agrega que este tipo de artilugios de piedra se usa desde los orígenes de la navegación para fondear embarcaciones debido a que era el material más abundante, económico y fácil de trabajar. Después se evolucionó a anclas de piedra con más orificios y a otras que combinaban la piedra con otros materiales, como la madera. No obstante, tanto la procedencia como la datación exacta de la pieza, que pasará a engrosar los fondos del Museo Arqueológico, están aún por determinar.

(Fuente: La Marina Plaza)

11 de mayo de 2016

La Policía recupera la piedra de un histórico molino de aceite de Calatayud

La colaboración ciudadana permitió alertar de que había sido extraída y trasladada en el derribo de una casa situada en lo que fue la Judería de esta localidad zaragozana
Imagen de la regaifa recuperada  que mide metro y medio de diámetro.
La Policía ha logrado recuperar una piedra tallada, de considerables dimensiones, perteneciente a un histórico molino de aceite, cuyos restos estaban ocultos en una casa abandonada del Casco Antiguo de Calatayud que fue demolida hace escasas semanas. El edificio estaba en la calle Cuartelillo, en el área de la antigua Judería de la ciudad.

No estaba documentada la existencia de ese molino de aceite ni que se conservaran en ese inmueble restos de este tipo. La demolición fue ordenada por el Ayuntamiento de Calatayud a los propietarios del inmueble, ya que se encontraba en estado de ruina.

La casa había acabado en manos del Banco Popular, que para cumplir con lo dispuesto por el Ayuntamiento contrató a una constructora de Zaragoza para que procediera al derribo.

UN VECINO ATENTO
La sorpresa surgió cuando un ciudadano pasó por el solar y vio que, entre los restos de demolición, había una piedra tallada de considerables dimensiones y de aparente valor histórico, junto a vigas de madera y otros elementos constructivos.

Sacó unas fotografías y se las envió al director del Museo de Calatayud, el arqueólogo Manuel Martín Bueno. Éste, ante el interés de la pieza, se personó en el solar, tomó más fotografías e instó a los operarios de la empresa de derribos a que la entregaran. Sin embargo, finalmente la cargaron en un camión y se la llevaron.

Manuel Martín Bueno lo puso en conocimiento de la Comisaría de la Policía Nacional de Calatayud y formuló denuncia por la desaparición de una pieza de valor histórico. Se activó inmediatamente el dispositivo para dar con la constructora e intervenir esa piedra tallada, lo que consiguieron con rapidez. La pieza ya está de nuevo en Calatayud, en el Museo Arqueológico, donde ha quedado incorporada a sus fondos y se va a proceder a documentar.

METRO Y MEDIO DE DIÁMETRO
El director del Museo de Calatayud indicó que no hay duda de que se trata de una regaifa, piedra circular y con un canal de contorno que formaba parte esencial de los molinos de aceite. Las dimensiones de esta piedra tallada, un metro y medio de diámetro, hacen pensar que perteneció a un molino de aceite «que muy probablemente fuera más allá de los de mero uso doméstico» para autoconsumo.

Respecto a su datación, ha explicado que «resultará prácticamente imposible», porque «este tipo de piezas eran exactamente iguales desde la época romana hasta que esta clase de molinos de aceite fueron utilizados, hasta el siglo XX».

Por otra parte, ha declarado que tiene previsto mantener la denuncia que se formuló ante la Comisaría, por varios motivos. De una parte, «como aviso de navegantes, para que este tipo de prácticas (trasladar piezas históricas obtenidas en derribos) no se vuelvan a repetir» y para que se extienda la investigación en este caso concreto, a fin de esclarecer las circunstancias en las que apareció esta regaifa y determinar si formaba parte de un conjunto más amplio de valor histórico.

Manuel Martín Bueno ha aprovechado también para destacar la «extraordinaria eficacia policial» y para subrayar la importancia de que las autoridades municipales, cuando se producen derribos en inmuebles del Casco Antiguo, lleven a cabo tareas de vigilancia y control. Un dispositivo de supervisión «in situ» que, según este arqueólogo, no se dio en la demolición de esta casa situada en el barrio de la antigua Judería de Calatayud.

(Fuente: ABC / R. Pérez)