google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: expolio
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9 de marzo de 2017

Seis meses de prisión para dos furtivos por expoliar un yacimiento en Viso del Marqués (Ciudad Real)

Los condenados excavaron hasta 19 hoyos de entre 10 y 20 centímetros de profundidad, sin autorización de la Administración competente y provocando daños en el yacimiento, debido a que no utilizaron metodología científica alguna
Detectores decomisados a los condenados por expolio arqueológico.
Dos furtivos fueron sorprendidos en 2009 buscando con detectores de metales objetos arqueológicos en el yacimiento 'Casas de Villalba', ubicado en Viso del Marqués (Ciudad Real). Excavaron hasta 19 hoyos de entre 10 y 20 centímetros de profundidad, sin autorización de la Administración competente y provocando daños en el yacimiento, debido a que no utilizaron metodología científica alguna. Ahora, el Juzgado de lo Penal número 2 de Ciudad Real les ha condenado a seis meses de prisión por ese expolio. La detención de los condenados fue llevada a cabo por efectivos de la Guardia Civil (Seprona).

Durante el juicio, alegaron que se trataba de un terreno ya roturado, motivo por el cual el daño estaba causado en el yacimiento con anterioridad. Sin embargo, el juez ha estimado que el argumento de que otros pudieran haber dañado antes el yacimiento (cosa no probada) no exonera del delito, según la sentencia.

EVIDENCIAS
Los ahora condenados también alegaron que no sabían que este lugar fuera un yacimiento arqueológico dado que no estaba señalizado, pero el cúmulo de indicios (presencia en el lugar de los hechos portando dos detectores de metales y otros utensilios para la recogida de efectos) constituye un "conjunto de evidencias" que, aisladamente considerado y por separado, revelan que los acusados conocían, más allá de cualquier duda razonable, “que estaban causando daños en un yacimiento arqueológico”.

Luis Benítez de Lugo, director de la Carta Arqueológica de Viso del Marqués y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, ha sido perito en el juicio, y describió durante la vista el régimen de protección jurídica que tiene este yacimiento arqueológico.

Esta condena por expolio y daños al patrimonio Histórico se suma a otras condenas recientes en esta misma provincia, como son la de un expolio en el Castillo de Alcubillas, la del arrasamiento y destrucción total del molino hidráulico del Palomar (Valdepeñas) o la emitida por la demolición de una vivienda histórica centenaria también en Valdepeñas.

En este último caso los condenados han sido obligados a restituir el daño causado -reconstruir la fachada del inmueble derribado-, si bien el juzgado no accedió a la pretensión del Ayuntamiento de Valdepeñas de recibir 28.400 euros como Administración Pública titular del patrimonio cultural dañado. La sentencia argumenta en este caso que “no consta acreditada ninguna intervención por parte del Ayuntamiento ahora reclamante en aras a la defensa y conservación de tal Patrimonio, por lo cual la responsabilidad civil solicitada comportaría un enriquecimiento injusto”.

7 de marzo de 2017

Denuncian destrozos con maquinaria pesada sobre un yacimiento en San Pedro de Alcántara (Málaga)

Las actuaciones para construir un merendero sobre terrenos protegidos de la antigua ciudad de Cilniana han sacado a la superficie restos de tegulas, cerámicas, clavos y huesos
Sobre el yacimiento actuaron  varias excavadoras para efectuar tareas de desbroce.
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil investiga posibles destrozos provocados en el entorno de la basílica paleocristiana de Vega del Mar. Los agentes se presentaron ayer en el bosque de eucaliptos que rodea a la basílica tras recibir el llamado de dos vecinos que el pasado fin de semana tomaron conocimiento de los daños.

El yacimiento, situado junto a la basílica, presentaba ayer la huella del surco dejado por una excavadora que estuvo realizando tareas de desbroce en el emplazamiento, donde la Tenencia de Alcaldía de San Pedro tiene la intención de construir un merendero. Pese a que sólo la basílica esta considerada Bien de Interés Cultural (BIC), todo su entorno cuenta con protección arqueológica y se encuentra vallado.

Según el testimonio de los denunciantes, la excavadora estuvo trabajando en el lugar durante la semana pasada y quedó atascada en el barro, por lo que fue necesario enviar otra maquinaria para sacarla. Eso provocó que se removiera la tierra y salieran a la superficie restos de posible valor arqueológico, entre los que destacan dos clavos de gran tamaño, posiblemente de origen romano, que el Ayuntamiento va a enviar hoy al Museo de Málaga.


El episodio tuvo lugar el pasado viernes, y tomó estado público ayer después de que las fotografías con los objetos que salieron a la superficie se viralizaran en las redes.

ESCRITO A LA JUNTA
La asociación Cilniana, de defensa del patrimonio histórico, remitió ayer un escrito a la Delegación de Culura de la Junta de Andalucía en la que da cuenta de que se ha podido comprobar la actuación de la máquina excavadora. «Se ha podido constatar que dicho movimiento de tierras se ha realizado sin la presencia de un arqueólogo, tal y como establece la Ley de Patrimonio Andaluz. Y además, se ha comprobado la existencia de materiales en superficie: restos de un crismón que podría datarse en fechas aproximadas a la construcción de la basílica, así como huesos, clavos y tégulas», sostiene el escrito, en el que se solicita la inmediata actuación de los técnicos de la Junta a fin de que se anule el permiso de obras, si ha sido concedido, y en cualquier caso la paralización de todas las actuaciones previstas.

La responsable municipal de Cultura, Gema Midón, reconoció ayer que efectivamente la maquinaria fue enviada por el Ayuntamiento para realizar tareas de desbroce y aseguró que no se han apreciado daños importantes en el yacimiento y que los objetos que han salido a la superficie por el arrastre de la máquina carecen de valor. «No se ha producido ninguna pérdida irreparable», aseguró Midón, que no obstante adelantó que aunque las máquinas siempre han entrado en la zona, a partir de ahora todos los trabajos que se ejecuten en el lugar se realizarán a mano.

1 de febrero de 2017

300.000 euros por plantar olivos sobre unas ruinas romanas en una finca de Córdoba

El fiscal considera que los tres acusados actuaron "a sabiendas" y que "los restos eran muy evidentes por su número y dispersión por el territorio". Pide una multa de 7.200 euros a cada uno y una indemnización conjunta por daños a la Consejería de Cultura de 300.888 euros.
Los acusados arrancaron 400 olivos para su reposición en los terrenos que albergan una villa romana.
El Ministerio Fiscal ha pedido al dueño y a dos trabajadores de una finca de Córdoba una indemnización que asciende a 300.888 euros por plantar olivos sobre lo que podrían ser restos una villa romana del siglo I.

Ladrillos y hormigón romanos, cerámica del Taller de Andújar e incluso una lápida funeraria de mármol son algunos de los elementos que han podido ser identificados de los que han sido afectados por la maquinaria agrícola al realizar, a sabiendas de su existencia, labores de cultivo en una finca situada en el paraje «Pascualito» en la carretera N-432 de Córdoba, según ha indicado el fiscal en sus conclusiones provisionales a las que ha tenido acceso Efe.

APILARON RESTOS ARQUEOLÓGICOS
El Ministerio Público sitúa los hechos sobre marzo del año pasado cuando la Guardia Civil detectó por la zona a personas buscando con detectores de metales, que fueron puestos a disposición judicial, indicio que permitió determinar que en el lugar se habían arrancado unos 400 olivos para su reposición teniendo conocimiento de la existencia de restos arqueológicos, ya que, de hecho, apilaron algunos y continuaron con el trabajo provocando desperfectos en el yacimiento.

El fiscal señala que los restos «eran muy evidentes por su número y dispersión en el territorio», por lo que acusa al propietario y a los dos trabajadores que realizaron el allanamiento del terreno de la comisión de un delito de daños contra el Patrimonio Histórico por el que pide una multa de 7.200 euros a cada uno y la indemnización conjunta de 300.888 euros a la Consejería de Cultura por el valor de los daños.

(Fuente: ABC)

23 de enero de 2017

Golpe al expolio de arte en Europa: 75 detenidos y 3.561 piezas recuperadas

España y Chipre han liderado la operación "Pandora" en la que han participado 18 países. Solo en Murcia se han hallado 500 obras robadas del Museo Arqueológico Regional.
Monedas de diferentes procedencias recuperadas en la operación policial "Pandora". FOTO: MINISTERIO DEL INTERIOR
España y Chipre han liderado la operación policial Pandora contra el expolio de obras de arte en la que han participado 18 países europeos y que se ha saldado con 75 detenidos y 3.561 piezas recuperadas, más de la mitad arqueológicas, entre ellas, 500 halladas en Murcia por la Guardia Civil, 19 de las cuales fueron robadas en 2014 del Museo Arqueológico Regional.

Son datos que ha hecho públicos el Ministerio del Interior para dar a conocer el balance de la operación Pandora, desarrollada entre octubre y noviembre del pasado año con una fase de acción común llevada a cabo entre el 17 y el 23 de noviembre.

MÁS DE 48.000 PERSONAS INVESTIGADAS
Con el apoyo de Europol, Interpol, la Unesco y la Organización Mundial de Aduanas, durante esta intervención para luchar contra el tráfico ilícito de bienes culturales y el robo de obras de arte, se ha investigado a un total de 48.587 personas e inspeccionado 29.340 vehículos y 50 buques, lo que ha permitido abrir 92 nuevas investigaciones en esta materia.

En España, el trabajo de la Guardia Civil y la Policía Nacional derivó en seis actuaciones judiciales, 84 administrativas y 21 investigaciones abiertas. Dentro de esas intervenciones destaca la verificación de anuncios sospechosos en Internet, que permitió la incautación de más de 400 monedas de origen ilegal de diferentes periodos y orígenes. Para las actuaciones en España, los dos cuerpos policiales han contado con la colaboración del Servicio de Vigilancia Aduanera, el Ministerio de Cultura y la Iglesia.

La Policía griega, por su parte, se ha incautado de parte de una lápida de mármol otomano y una imagen post bizantina del siglo XVIII de San Jorge y otros dos santos, además de dos objetos de la época bizantina.

En la operación Pandora han participado Austria, Bélgica, Bulgaria, Bosnia y Herzegovina, Chipre, Croacia, Alemania, Grecia, Italia, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumanía, Serbia, España, Suiza y Reino Unido, liderados por España y Chipre.

ESPECIAL ATENCIÓN A PAÍSES EN CONFLICTO
La operación se ha centrado en el expolio cultural (tanto en el mar como en tierra), el tráfico ilícito de bienes culturales (con especial atención a los bienes procedentes de países en conflicto) y el robo cultural con el fin de mejorar el conocimiento sobre los grupos delictivos que se dedican al robo y explotación cultural, e identificar los posibles vínculos con otras áreas criminales.

Según Interior, Europol ha apoyado esta acción con expertos operativos y analíticos e Interpol puso a disposición de los agentes su base de datos, que cuenta con 50.000 objetos de arte registrados robados, lo que permitió proporcionar una rápida respuesta sobre la procedencia lícita de los cientos de objetos culturales controlados durante las investigaciones.

La Organización Mundial de Aduanas ha prestado su apoyo a los países participantes alertando a todas las instituciones aduaneras de las acciones en curso, mientras que la Unesco ha asesorado a los países participantes en la operación.

(Fuente: ABC / EFE)

16 de enero de 2017

Sevilla es la provincia con más investigaciones por expolio arqueológico

La Fiscalía advierte de la existencia de redes que roban piezas en yacimientos para venderlas en el mercado negro. Además del valor en sí de las piezas, Javier Rufino advierte del daño irreparable que causan los expoliadores alterando, y en ocasiones destruyendo, la información histórica que ofrecen   los yacimientos.
Javier Rufino. Fiscal de Medio Ambiente. FOTO: ROCÏO RUÍZ
Sevilla es la provincia de España que mayor número de casos judiciales tramita de expolio arqueológico. Durante los dos pasados años, la Fiscalía de Medio Ambiente Urbanismo y Patrimonio Histórico de Sevilla abrió 120 diligencias de investigación. Y entre ellas, se incoaron 14 por delitos contra el patrimonio arqueológico que acabaron en 11 sentencias. Son pocos casos respecto al total de investigaciones del Ministerio Público. Aún así, según el fiscal delegado de Medio Ambiente, Javier Rufino, siguen siendo «superiores» a los de cualquier otra provincia de España ya que Andalucía y, en especial Sevilla, es la zona de España donde hay más yacimientos arqueológicos, cuyo expolio preocupa a la Fiscalía. 

El hecho de que sea Andalucía la zona donde hay más actividad ilícita de este tipo tiene una clara explicación: la extensión territorial y que hay más afición por estas prácticas. Aunque también se descubre más porque, según el fiscal, las autoridades policiales actúan con diligencia en su lucha contra este tipo de prácticas.

REDES ORGANIZADAS
No obstante, según Javier Rufino reconoce que muchos de estos robos no afloran porque se trata de un delito difícil de descubrir por la «clandestinidad» en la que los llamados «detectoristas» de restos arqueológicos se mueven. Se trata de «redes organizadas» de personas que con aparatos detectores acuden a las zonas donde pueden encontrar piezas arqueológicas y, en general, restos de gran valor.

Según el fiscal, a veces se encuentran con organizaciones dedicadas al expolio que proceden de fuera de Andalucía y que acuden a una determinada zona a intentar expoliarla. «Vienen a buscar porque en Andalucía hay muchos yacimientos», alerta el fiscal de Medio Ambiente, que está especialmente preocupado por estas actividades ilícitas y, sobre todo, por el escaso nivel de éxito que obtienen en comparación con otros delitos. «Mucha gente consigue la impunidad porque la característica del delito facilita mucho su comisión y la impunidad», advierte Rufino que también recuerda que en estos casos se encuentran con otro problema añadido, el de la prescripción. Y es que este tipo de delitos prescriben a los cinco años (hasta el año 2010 era a los tres años). Y ello provoca también que, en muchos casos, al no poder determinar cuándo se produjo esa expoliación ni la procedencia exacta, no puedan investigarlo porque ha «caducado» pese a que se trata de delitos que son castigados con penas de prisión de entre seis meses y tres años.

POR LA NOCHE Y EN ZONAS DE DIFÍCIL ACCESO 
El modus operandi de estas actividades hace que resulte dificultoso destapar estas redes: normalmente se producen en zonas agrícolas de difícil acceso y tienen lugar de noche. Para ello, cuentan con determinados aparatos, los detectores, algunos de los cuales son tan sofisticados que incluso discriminan entre distintos tipos de metales o bien son capaces de detectar la profundidad a la que está enterrada la pieza.

Normalmente, la mecánica que emplean los expoliadores consiste en que un individuo se encarga de señalar el lugar dónde puede haber una pieza valiosa. Y luego, cuando es de noche y no hay peligro de ser observado, el cómplice acude a la zona a expoliar. A veces han detenido a algunos «in fraganti» con el pico y la azada. Así ocurrió en un caso reciente en el que descubrieron a varios expoliadores que llevaban en el coche la azada y hasta el detector. Y en esa ocasión, como casi siempre, procedían de fuera.

GRAN CANTIDAD DE DINERO
También hay veces en que la Guardia Civil detecta algunas piezas de dudosa procedencia en mercadillos o en otras ocasiones descubren en viviendas restos de yacimientos de los que se desconoce su procedencia. Otras veces es difícil saber desde cuando tienen en su propiedad los restos. Pero el hecho de que la mayoría de los supuestos expoliadores procedan de otras ciudades u otros países se justifica en la gran cantidad de dinero que se mueve. Y es que, según Rufino, el tráfico ilegal de obras de arte, es uno de los sectores que más dinero moviliza por detrás de la droga, la prostitución o las armas.

Por eso hay redes dedicadas a buscar esas piezas arqueológicas para luego colocarlas en el mercado negro fuera de España. «Hay personas que están dispuestas a pagar mucho dinero por esas piezas», alerta Rufino, que recuerda que hay investigaciones internacionales que han llegado a apuntar que muchas de las piezas legales que se venden en conocidas casas de subastas procedían del expolio. «Es difícil saber si eso puede ocurrir realmente», dice.

CONSECUENCIAS NEFASTAS
Independientemente de esas dudas que podrían servir de argumento para una película de intriga, Rufino advierte de otras consecuencias nefastas del expolio arqueológico. Cuando se produce un robo de este tipo, la cuestión no es sólo el valor de la pieza robada, sino que se remueve el citado yacimiento arqueológico y se produce una alteración de la información histórica que ese descubrimiento puede proporcionar ya que, al haber sido manipulado, el daño es «irreparable». Eso provoca que sea más difícil obtener información histórica fiable. Un problema añadido es el que la Fiscalía se encuentra a la hora de valorar las piezas robadas ya que necesita que un técnico, normalmente un perito de la Junta de Andalucía, realice esa valoración. Y a veces hay «criterios discordantes» entre unos y otros informes a la hora de valorar. Un impedimento más en la lucha contra las redes organizadas que expolian los yacimientos arqueológicos.

28 de noviembre de 2016

La Guardia Civil recupera 25 piezas arqueológicas de época romana en Guadalajara

Entre las piezas recuperadas en Jadraque destacan varias puntas de lanza, una cruz metálica, cuencos de cerámica gris y roja (terra sigillata) y seis fósiles, 
Las piezas se han depositado en el Museo de Guadalajara para determinar  su valoración histórica y económica.
La Guardia Civil de Guadalajara, en el marco de la operación 'Pandora', ha incautado en la zona de Jadraque 25 piezas arqueológicas y fósiles. Estos restos se encontraban en poder de una persona que comerciaba con ellos, procedentes de yacimientos arqueológicos.

La Guardia Civil ha llevado a cabo varias actuaciones policiales, en el último mes, relativas a la protección de bienes que integran el patrimonio histórico, con el objetivo de intensificar el control sobre la tenencia y comercialización de piezas con valor histórico.

Como fruto de estas actuaciones han sido localizadas e identificadas diversas piezas metálicas, cerámicas y fósiles que estaban en poder de una persona que comerciaba con ellas, por lo que fue denunciada por varias infracciones en materia de patrimonio histórico.

VALORACIÓN
Todas las piezas incautadas han sido puestas a disposición de la sección de patrimonio histórico de la Dirección Provincial de la Consejería de Educación Cultura y Deportes en Guadalajara y depositadas en el Museo Provincial de Guadalajara, donde serán sometidas a un posterior estudio que determinará, ente otras cuestiones, su valoración económica e histórica, elementos necesarios para graduar el valor de la sanción a imponer.

La tenencia de restos arqueológicos debe estar autorizada y controlada por la Administración y los hallazgos casuales deben ser comunicados, antes de 48 horas desde que se produzcan, al órgano competente en materia de patrimonio histórico o a cualquier cuartel de la Guardia Civil.

El uso del detector de metales está prohibido salvo que se disponga de permiso expedido por la Dirección Provincial de la Consejería de Educación Cultura y Deportes en Guadalajara y la recogida de restos fósiles debe, igualmente, contar con autorización administrativa.

(Fuente: El Diario / Europa Press)

14 de noviembre de 2016

Condena de dos años y medio de prisión al empresario que destruyó el yacimiento neolítico de la Cueva de Chaves

El empresario Victorino Alonso ha sido condenado a dos años y medio de prisión y al pago de una indemnización de 25,5 millones de euros por la destrucción del yacimiento neolítico de la Cueva de Chaves. La indemnización se ha rebajado a la mitad, al entender el juez que el Gobierno aragonés hizo dejación de sus obligaciones de protección y señalización.
La Cueva de Chaves, en Baltarás, a principio del S. XX. 
Asimismo, el juez hace responsable subsidiario del pago de la indemnización a la empresa Fimbas, propietaria del coto de Bastarás, en el parque natural de la Sierra de Guara (Huesca), donde se ubicaba el yacimiento.

La sentencia dictada por el titular del Juzgado de lo Penal número uno de Huesca, absuelve a Alonso del delito medioambiental que le imputaba Ecologistas en Acción y le obliga al pago de las costas del juicio.

La fiscalía había solicitado para Alonso una condena de 2 años y 8 meses de prisión y reclamaba una indemnización de 14,3 millones.

Ecologistas en Acción pedía dos condenas de tres años de prisión como presunto responsable de un delito contra el patrimonio y de otro contra el medio ambiente. En el capítulo de indemnizaciones llegaba al tope fijado por el juez, 50,9 millones de euros, la cantidad económica que consta en el primer informe que realizó en su día el director del Museo de Huesca y responsable de las excavaciones, Vicente Baldellou, ya fallecido.

Según la sentencia, ha quedado acreditado que, sin previa comunicación ni autorización de la Dirección General de Patrimonio Cultural y sin ponerlo en conocimiento del director de las excavaciones, Vicente Baldellou, Victorino Alonso ordenó vaciar la cueva y colocar comederos y abrevaderos para la cría de cabras.

PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UN DIQUE
Los trabajos ordenados por Alonso ocasionaron "el arrasamiento y destrucción de la práctica totalidad" de los niveles arqueológicos de cronología neolítica que se encontraban en la Cueva de Chaves. Así consta en el atestado elaborado por la Guardia Civil y en el informe pericial del arqueólogo de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón e incluso en el informe pericial de la defensa.

Respecto a la indemnización, el informe elaborado por Baldellou cifró lo destruido en 50,9 millones de euros. La multa aplicada se ha rebajado a la mitad, al entender el juez que el Gobierno aragonés hizo dejación de sus obligaciones de protección y señalización.

En la sentencia puede leerse "que, teniendo en cuenta que la Cueva de Chaves era posiblemente uno de los dos yacimientos neolíticos más importantes de la Península Ibérica, resulta censurable e inexplicable que la cueva no contara con una protección específica, es decir, que no existiera una resolución que la declarara expresamente como Bien de Interés Cultural"


Por todo ello, el juez entiende que Victorino Alonso García fue "autor penalmente responsable de un delito sobre el patrimonio histórico, previsto y penado en el artículo 323 del Código Penal conforme a la redacción anterior a la LO 1/15, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad penal, a las penas de dos años y seis meses de prisión y la inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena.


MÁS DE DOS MIL METROS CÚBICOS DE SEDIMENTOS NEOLÍTICOS
En 2007 se realizaron obras de acondicionamiento, ampliación y creación de pistas de más de 8 metros de anchura, una hasta la puerta de la cueva, así como represas y un embalse en los cursos de agua existentes en la finca de Bastarás.

La empresa Ferpi Transportes y Obras, contratada por Fimbas, utilizó medios mecánicos de gran tonelaje para retirar unos bloques caídos del techo de la cueva "que protegían y sellaban los niveles arqueológicos subyacentes".

El yacimiento quedó afectado "de forma irreversible" al extraer 2.247 metros cúbicos de sedimentos. De ellos, 1.017 correspondían al nivel arqueológico del Neolítico y tenían un valor de 14.311.640,86 euros.

IMPORTANTE YACIMIENTO 
El yacimiento neolítico de la Cueva de Chaves estaba considerado uno de los dos más importantes de la Península Ibérica, junto a la cueva de Or en Valencia.

Las excavaciones arqueológicas se iniciaron en 1975 y tan solo se había excavado una pequeña parte de su superficie.

No obstante, se habían encontrado ya desde un enterramiento de más de 6.000 años de antigüedad (un adulto que incluso conservaba un inusual anillo de hueso), a numerosos elementos de industria lítica, pasando por cantos rodados pintados, únicos en su género.

Hace más de 30 años un grupo de empresarios compró el pueblo deshabitado de Bastarás y su antiguo término municipal, y lo convirtió en un coto privado de caza. Vallaron su propiedad con una cerca de 20 kilómetros de longitud y soltaron en ella diversas especies de caza mayor, como ciervos, corzos y muflones.

El vallado resultó polémico desde el principio, porque atraviesa cauces, zonas de servidumbre y de dominio público de diversos barrancos, porque ocupa terreno de monte público dentro del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, interrumpiendo el paso de un camino real, y porque contraviene la Ley de Caza.

A raíz de una visita en marzo de 2009 de los responsables del Museo Arqueológico de Huesca se conoció que el yacimiento había sido destruido en su totalidad, cuando todavía quedaba por excavar más del 90% del mismo.

Los impedimentos para poder visitar la finca, unido a la pasividad y dejadez de las administraciones públicas en sus competencias de control y protección del patrimonio histórico, -pese a su importancia, el yacimiento ni siquiera estaba declarado Bien de Interés Cultural- hicieron que no se conociera su destrucción hasta año y medio después de haberse producido.

18 de octubre de 2016

Tres años de cárcel para cada uno de los expoliadores del yacimiento de Tiermes

Además deberán pagar una indemnización de 150.000 euros y las costas judiciales. 
Los expoliadores actuaron en Tiermes en más de una ocasión.
El Juzgado de lo Penal número 1 de Soria ha condenado a dos vecinos de Cuenca a sendas penas de tres años de prisión por un delito de daños contra el patrimonio histórico, por el expolio cometido en el yacimiento arqueológico soriano de Tiermes.

Como autores de un delito de hurto, previsto y penado en el artículo 235.1 del Código Penal, el juzgado les ha condenado a que indemnicen, conjunta y solidariamente, a la Junta de Castilla y León con 150.580 euros, y al pago, por mitades iguales, de las costas causadas en el procedimiento, incluidas las causadas por la acusación particular que ejerció la administración autonómica.

Según ha explicado la delegación de la Junta en Soria a través de un comunicado, los hechos se remontan a diciembre de 2013 cuando, con motivo de la operación "Picador" puesta en marcha por la Guardia Civil se detuvo a estos dos vecinos de Cuenca, de 49 y 33 años, como presuntos expoliadores.

HECHOS
Según los hechos probados que recoge la sentencia, los denunciados fueron interceptados por agentes de la Guardia Civil, en la madrugada del 19 diciembre, en el término municipal de Montejo de Tiermes, hallándose en el interior del vehículo en el que viajaban dos detectores de metales, mapas topográficos con rutas y caminos de acceso a varios yacimientos señalados, en concreto el de Tiermes, así como azadas y piquetas, entre otros elementos.

Del testimonio de los agentes se desprende que los acusados llegaron en su vehículo, que estacionaron y ocultaron entre la maleza, y caminaron hasta el yacimiento de Tiermes donde, ayudándose del material indicado, realizaron labores de búsqueda de objetos, remozando el terrero y produciendo unos 400 hoyos.

También ha quedado probado que los acusados actuaron en más de una ocasión en Tiermes, entre los días 4 y 18 de diciembre de 2013, al menos dos con ánimo de lucro y conociendo la importancia de los restos arqueológicos ubicados en el interior del yacimiento.

Además de las piezas intervenidas en el momento de la detención en el interior del vehículo, otras procedentes de Tiermes fueron halladas en el domicilio social de una empresa de la que es administrador único uno de ellos.

23 de septiembre de 2016

Los peritos destacan el gran valor arqueológico de la Cueva de Chaves

El empresario Víctorino Alonso trata de culpar al fallecido director del Museo de Huesca por la destrucción del yacimiento y su defensa cuantifica los daños basándose en los precios de piezas en subastas de internet. 
La desaparecida cueva de Chaves era el segundo yacimiento más importante del neolítico en la península. FOTO: RADIO HUESCA.
Dos de los peritos que intervineron en la reanudación del juicio que se sigue en Huesca contra el empresario minero Victorino Alonso por la destrucción de la Cueva de Chaves han incidido en el gran valor arqueológico que tenía el yacimiento para la interpretación de la cultura del neolítico.

Así lo han manifestado los arqueólogos del gobierno aragonés que han intervenido en la vista, para quienes el investigador que comenzó el estudio del yacimiento y denunció posteriormente su destrucción, el fallecido director del Museo de Huesca Vicente Baldellou, era uno de los máximos especialistas en el neolítico del país.

El arqueólogo José Ignacio Royo, que valoró inicialmente los daños registrados en Chaves en 14,3 millones de euros, ha señalado que cuando efectuó su valoración sólo se fijó en los vestigios que se vislumbraban y no en la importancia del yacimiento para la cultura del neolítico.

Baldellou valoró a su vez los daños en 50,9 millones de euros debido al gran valor del yacimiento, uno de los más importantes de España y del conjunto europeo.

Royo ha explicado que la pala excavadora que dañó de forma irreversible el yacimiento retiró al menos mil metros cúbicos de nivel arqueológico del suelo, y llegó a adentrarse hasta 175 metros por el interior de la cueva.

EL EMPRESARIO CULPA AL FALLECIDO BALDELLOU
Ha destacado que algunas de las principales autoridades mundiales en la cultura del neolítico visitaron la cueva, y ha rechazado de forma tajante que Vicente Baldellou hubiera provocado la situación al "sugerir" la limpieza de la zona.

Con esta afirmación, el arqueólogo ha salido al paso de la afirmación vertida ayer por Victorino Alonso al culpar a Baldellou de la destrucción de Chaves por "sugerir" al encargado del coto de caza donde se ubicaba el yacimiento la necesidad de limpiar el lugar.

A este respecto, ha incidido que Baldellou, como uno de los máximos especialistas en el neolítico, no hubiera permitido una actuación sin estar presente ni hubiera autorizado la utilización de una excavadora para retirar unas piedras situadas en la visera de la cueva que amenazaban con caer sobre la zona de las excavaciones.

Por su parte, Pilar Utrillas, que participó junto a Baldellou en las excavaciones, ha insistido en que la Cueva de Chaves era el segundo yacimiento más importante del país para la cultura del trabajo.


Para resaltar su importancia, la investigadora se ha servido de un símil y ha destacado la destrucción de Chaves era para la cultura del neolítico lo que supondría en la actualidad la destrucción de Barcelona.

Ha admitido que oyó hablar a Baldellou acerca de la necesidad de retirar algunas de las piedras situadas en la parte alta de la cueva, pero ha incidido en que él era partidario de "microvoladuras" controladas por la Guardia Civil para romperlas y proceder luego a apartarlas.

Según ha destacado, Baldellou no hubiera hecho ninguna acción que hubiera supuesto la destrucción de Chaves ya que, ha añadido, el yacimiento era "parte de su vida".

Ha recordado, además, que este investigador se mostraba "contento" respecto al futuro del yacimiento al estar ubicado en un coto de caza vallado protegido por un guarda que favorecía su protección.

CUANTIFICACIÓN DE LOS DAÑOS BASADA EN SUBASTAS DE INTERNET
Las defensas han presentado a su vez un informe pericial que cifra los daños causados en 810.000 euros y que basa su tasación en datos obtenidos en subastas por internet de productos supuestamente similares.

Esta valoración ha sido cuestionada por José Ignacio Royo, para quien las subastas en internet no son fiables ya que pueden incluir objetos falsificados u obtenidos de forma irregular.

13 de julio de 2016

La Policía recupera en Jaén 46 piezas arqueológicas de gran valor histórico

La investigación de la Policía Nacional ha permitido detener a dos personas en Linares y Guarromán, a las que se ha imputado un delito contra el patrimonio histórico
Los objetos recuperados permanecen intervenidos y a disposición del juez. FOTO: ABC
Agentes de la Unidad de la Policía Nacional adscrita a la Junta de Andalucía han recuperado 46 restos arqueológicos de gran valor histórico, patrimonial y cultural. La recuperación de los restos, según ha informado la Delegación del Gobierno andaluz en Jaén, se ha logrado tras la investigación de dos personas, una de ellas de Linares (Jaén) y otra del municipio jienense de Guarromán, a las que se ha imputado un delito contra el patrimonio histórico.

La investigación, iniciada a finales de octubre de 2015, ha permitido localizar decenas de objetos de piedra, de varios tamaños, que se encontraban en un espacio abierto, anexo a un establecimiento público de Guarromán, cerrado por una valla metálica que permitía su visualización desde el exterior.

PRÓXIMA A YACIMIENTOS
Los agentes, teniendo en cuenta su forma y apariencia externa y que la zona en la que fueron descubiertos está muy próxima a diferentes yacimientos catalogados de la provincia de Jaén, tomaron diversas fotografías y las remitieron a los especialistas en arqueología adscritos al Negociado de Protección del Patrimonio Histórico de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía.

Los especialistas, en las primeras impresiones y a expensas de un estudio más exhaustivo para determinar su cronología, manifestaron la posibilidad de que dichos restos pertenecieran a diferentes yacimientos arqueológicos. El primer investigado en su declaración señaló directamente a la persona que poseía las piezas originariamente, el cual las había mantenido guardadas en el interior de un patio de un edificio sin terminar de construir en una céntrica calle de Linares.

EN UN PATIO EN OBRAS DE LINARES
Los agentes localizaron y tomaron declaración a esta segunda persona como presunto responsable de un delito contra el patrimonio histórico y dieron cuenta a la autoridad judicial competente quien ha emitido una providencia para que se retiren las piezas arqueológicas que pudieran quedar aún en el interior del patio del edificio linarense y gestionar su traslado inmediato al Museo Arqueológico del municipio para garantizar su conservación y custodia.
Valor histórico y cultural

La autoridad judicial también ha dictaminado el trasladado al Museo Arqueológico de Linares de una de las piezas hallada inicialmente en el establecimiento de Guarromán ya que, los peritos en arqueología de la Junta de Andalucía, la consideran «un resto que presenta decoración de la arquitectura funeraria romana, de entre el siglo I a.C. y I d.C., y por lo tanto, procede de excavaciones clandestinas y es patrimonio arqueológico y de dominio público».

El resto de objetos permanecen intervenidos a disposición judicial, y algunos de ellos, los de mayor valor histórico y cultural, custodiados en el propio depósito del Museo Arqueológico de Linares hasta la finalización de todo el procedimiento judicial abierto en el que se determinará su destino final.

(Fuente: ABC)

9 de junio de 2016

La Policía recupera una pieza arqueológica del siglo III puesta a la venta en internet

Agentes de la Policía Nacional de La Rioja han recuperado una pieza arqueológica romana datada en el siglo III y con una inscripción en latín que había sido puesta a la venta en una web de compra venta de artículos de segunda mano.
El Servicio de Conservación de Patrimonio de La Rioja ha tasado la pieza en 2.000 euros.
Según ha informado hoy en una nota la Jefatura Superior de la Policía Nacional en La Rioja, en la "Operación Trajano" se ha detenido a un hombre de 51 años y residente en Logroño como presunto responsable de un delito de expolio.

Los agentes han recuperado una losa de piedra con inscripciones en latín, perteneciente a la época tardía de la dominación romana en la Península Ibérica.

VENTA DE EFECTOS DE SEGUNDA MANO
Las investigaciones se iniciaron en octubre de 2015, cuando agentes de la Jefatura realizaban un control sobre la compra y venta de efectos de segunda mano a través de la red, donde detectaron que se ofertaba una losa de piedra con inscripciones en latín.

El anunciante en una página web se identificaba mediante su nombre de pila, sin aportar más datos, por lo que los investigadores realizaron gestiones para comunicarse con el vendedor, con el fin de poder determinar si la losa podía pertenecer al patrimonio histórico español.

Después de varios dispositivos de vigilancia, se pudo localizar la pieza en el interior de un vehículo, ocupado por dos personas, a quienes los agentes identificaron e incautaron la losa para determinar su originalidad y antigüedad histórica.

La pieza fue remitida al Servicio de Conservación del Patrimonio Histórico del Gobierno de La Rioja, que concluyó que la losa databa de la época tardía de la dominación romana en la Península Ibérica durante el siglo III o anterior y tasó su valoración en 2.000 euros.

Tras ello, la Jefatura imputó un delito de expolio a un hombre de 51 años sin antecedentes policiales, quien quedó en libertad con cargos por orden de la autoridad judicial; mientras que la losa recuperada está depositada en el Museo de La Rioja.

23 de mayo de 2016

Investigan a seis personas por supuestos daños y expolios al patrimonio arqueológico en la Campiña cordobesa

Durante la inspección realizada por el SEPRONA, se pudo recuperar un fragmento de inscripción en mármol con la leyenda de SECVNDA, que pudiera tratarse de una lápida funeraria 
Los agentes comprobaron importantes daos al patrimonio arqueológico.
El servicio en concreto se desarrolló tras tener conocimiento el Equipo de investigación del SEPRONA de la Guardia Civil de Córdoba, que una patrulla de la Guardia Civil había sorprendido en una finca ubicada en las inmediaciones de la Campiña Cordobesa, a tres personas, conocida una de ellas por estar supuestamente dedicándose a la búsqueda y comercio de piezas arqueológicas, los cuales utilizando aparatos detectores de metales y pequeñas azadas, realizaban pequeñas excavaciones en la tierra para la búsqueda de piezas arqueológicas metálicas, a los que le fueron intervenidas entre otras siete monedas.

La inspección efectuada en la zona por efectivos del SEPRONA, permitió comprobar que en la citada finca se pudieran haber ocasionado importantes daños al patrimonio arqueológico. Asimismo, durante dicha inspección se pudo recuperar un fragmento de inscripción en mármol con la leyenda de SECVNDA, que pudiera tratarse de una lapida funeraria.

También, se pudo observar, que en la citada finca se habían realizado dos actividades claramente diferenciadas, una de ellas la realizada por los conocidos en el argot como “piteros”, quienes una vez que el aparato detector localiza un resto metálico, remueven el terreno con la finalidad de extraerlo de debajo del sustrato.

En segundo lugar, los agentes actuantes observaron esparcidos por todo el área de trabajo gran cantidad de restos arqueológicos totalmente fracturados con diversificación de tamaños y formas de lo que se identifica claramente con conglomerados, tégulas, ladrillos y restos cerámicos, relacionados con la actividad agrícola desarrollada en la parcela, posiblemente extraídos a la hora de llevar a cabo la remoción de terreno necesaria para realizar la labor de siembra de los olivos.

Ante ello, se procedió a la instrucción de diligencias de investigación a las tres personas sorprendidas cuando buscaban piezas arqueológicas, así como al propietario de la finca como a las otras dos personas que realizaron las labores agrícolas.

11 de mayo de 2016

La Policía recupera la piedra de un histórico molino de aceite de Calatayud

La colaboración ciudadana permitió alertar de que había sido extraída y trasladada en el derribo de una casa situada en lo que fue la Judería de esta localidad zaragozana
Imagen de la regaifa recuperada  que mide metro y medio de diámetro.
La Policía ha logrado recuperar una piedra tallada, de considerables dimensiones, perteneciente a un histórico molino de aceite, cuyos restos estaban ocultos en una casa abandonada del Casco Antiguo de Calatayud que fue demolida hace escasas semanas. El edificio estaba en la calle Cuartelillo, en el área de la antigua Judería de la ciudad.

No estaba documentada la existencia de ese molino de aceite ni que se conservaran en ese inmueble restos de este tipo. La demolición fue ordenada por el Ayuntamiento de Calatayud a los propietarios del inmueble, ya que se encontraba en estado de ruina.

La casa había acabado en manos del Banco Popular, que para cumplir con lo dispuesto por el Ayuntamiento contrató a una constructora de Zaragoza para que procediera al derribo.

UN VECINO ATENTO
La sorpresa surgió cuando un ciudadano pasó por el solar y vio que, entre los restos de demolición, había una piedra tallada de considerables dimensiones y de aparente valor histórico, junto a vigas de madera y otros elementos constructivos.

Sacó unas fotografías y se las envió al director del Museo de Calatayud, el arqueólogo Manuel Martín Bueno. Éste, ante el interés de la pieza, se personó en el solar, tomó más fotografías e instó a los operarios de la empresa de derribos a que la entregaran. Sin embargo, finalmente la cargaron en un camión y se la llevaron.

Manuel Martín Bueno lo puso en conocimiento de la Comisaría de la Policía Nacional de Calatayud y formuló denuncia por la desaparición de una pieza de valor histórico. Se activó inmediatamente el dispositivo para dar con la constructora e intervenir esa piedra tallada, lo que consiguieron con rapidez. La pieza ya está de nuevo en Calatayud, en el Museo Arqueológico, donde ha quedado incorporada a sus fondos y se va a proceder a documentar.

METRO Y MEDIO DE DIÁMETRO
El director del Museo de Calatayud indicó que no hay duda de que se trata de una regaifa, piedra circular y con un canal de contorno que formaba parte esencial de los molinos de aceite. Las dimensiones de esta piedra tallada, un metro y medio de diámetro, hacen pensar que perteneció a un molino de aceite «que muy probablemente fuera más allá de los de mero uso doméstico» para autoconsumo.

Respecto a su datación, ha explicado que «resultará prácticamente imposible», porque «este tipo de piezas eran exactamente iguales desde la época romana hasta que esta clase de molinos de aceite fueron utilizados, hasta el siglo XX».

Por otra parte, ha declarado que tiene previsto mantener la denuncia que se formuló ante la Comisaría, por varios motivos. De una parte, «como aviso de navegantes, para que este tipo de prácticas (trasladar piezas históricas obtenidas en derribos) no se vuelvan a repetir» y para que se extienda la investigación en este caso concreto, a fin de esclarecer las circunstancias en las que apareció esta regaifa y determinar si formaba parte de un conjunto más amplio de valor histórico.

Manuel Martín Bueno ha aprovechado también para destacar la «extraordinaria eficacia policial» y para subrayar la importancia de que las autoridades municipales, cuando se producen derribos en inmuebles del Casco Antiguo, lleven a cabo tareas de vigilancia y control. Un dispositivo de supervisión «in situ» que, según este arqueólogo, no se dio en la demolición de esta casa situada en el barrio de la antigua Judería de Calatayud.

(Fuente: ABC / R. Pérez)

3 de mayo de 2016

Recuperan un pecio del siglo XIX en Benalmádena para evitar su expolio

Se trata de 'La Isabella', un bergantín inglés que transportaba estatuas de mármol italiano y se hundió junto a las playas de Benalmádena (Málaga).
Un momento del rescate de los restos frente a la costa de Benalmádena. FOTO: GUARDIA CIVIL.
La noche del 4 de marzo de 1855 el fuerte temporal que azotó el mar hizo naufragar al bergantín inglés 'La Isabella' frente a las costas de Benalmádena. En su interior, la nave albergaba estatuas de mármol italiano que trasladaba hasta Calcuta con el fin de ornamentar alguna mansión de dicha ciudad de la India. Ahora, los restos arqueológicos del pecio han sido recuperados por la Guardia Civil por el alto riesgo de expolio que sufrían las piezas.

La Guardia Civil, en colaboración con personal del Centro de Arqueología Subacuática del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico y agentes pertenecientes al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Benemérita, fueron los encargados de recuperar el tesoro marino que albergaba el pecio, protegido jurídicamente y catalogado como Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía desde al año 2009, según informó la Subdelegación del Gobierno en un comunicado.

LAS CORRIENTES DEJARON EL PECIO AL DESCUBIERTO
La decisión de actuar en este momento se adoptó debido a que las corrientes marinas de las últimas semanas en la zona y el consiguiente movimiento del fondo, dejaron ver con claridad los restos con el evidente peligro de expolio que ello suponía. El pecio se encontraba sumergido a ocho metros de profundidad, siendo accesible para cualquier submarinista, por lo que los agentes consultaron con la Delegación Territorial de Cultura, Turismo y Deporte de Málaga y con el Centro de Arqueología Subacuática del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, la posible extracción de las piezas para evitar que fueran expoliadas.

Bajo la supervisión de arqueólogos-buceadores del dicho instituto, los guardias civiles extrajeron dos círculos de mármol de 1,50 metros de diámetro, un peldaño de pizarra de 1,50 metros de longitud, varias losetas y un clavo de bronce de 0,50 metros de longitud. Debido al elevado peso de algunas piezas, los efectivos actuantes tuvieron que utilizar globos de reflote para elevarlos a la superficie.

Los restos arqueológicos fueros puestos a disposición de la Autoridad Territorial de Cultura de Málaga, realizándose nuevas mediciones y una actualización del estado del pecio, añadieron en la nota de prensa.

(Fuente: Diario Sur)

6 de abril de 2016

Piden tres años de cárcel a cuatro 'piteros' de Jaén por expolio arqueológico

La Policía encontró piezas valoradas en más de 20.000 euros en casa de tres aficionados y una mujer que era voluntaria en excavaciones legales. Actuaban en yacimientos de Torres, Villargordo y Torrequebradilla.
Un "cazatesoros" rastrea el campo con su detector de metales. FOTO: IDEAL
J.F.M. R., J.F.C., J.M.C.F. y M.T.J. irán a juicio acusados de expoliar yacimientos arqueológicos. Técnicamente se les imputa un delito continuado de hurto en concurso con una falta continuada de daños en bienes arqueológicos. El Ministerio Público intentará demostrar que son 'piteros' que con detectores de metales arrasaron restos de valor histórico y científico para sacar unas cuentas monedas, puntas de flecha, adornos y otros objetos «impidiendo con ello una reconstrucción futura y generando un grave expolio al patrimonio». La Justicia va en serio contra ellos. Les piden tres años de cárcel a cada uno.

Es uno de los contados juicios a 'piteros' que se celebran en Jaén en los últimos años. En más de un lustro sólo consta una condena a un empresario por asaltar un yacimiento de la Junta a la espalda de Cuétara en Jaén y llevarse varias piezas. Las últimas condenas relacionadas con el Patrimonio Histórico en la provincia tienen que ver con el saqueo de restos mineros de Linares, acosados por chatarreros que buscan metales para vender al peso.

A pesar de que cada año se abren expedientes administrativos contra más de una docena de 'piteros', prácticamente ninguno llega a juicio. Lo normal es que si no hay grandes destrozos ni se han saqueado piezas de gran valor, se archiven las diligencias por vía penal y se tramite una denuncia administrativa. Para un infractor sin antecedentes se puede quedar en una multa de 300 euros como máximo.

En el caso que sí ha desembocado en un procedimiento penal, según el Fiscal, los cuatro acusados colaboraron al menos entre abril y junio de 2014 batiendo el campo en las inmediaciones del río Torres, y en los municipios de Villatorres y Torres, con sus detectores de metales. Se les suponen conocimientos arqueológicos, especialmente a la acusada que ha colaborado como voluntaria en algunas intervenciones científicas legales.

LOS REGISTROS
El 24 de junio de 2014 la Policía le hizo un registro a J.F.C., a la que se le encontró en su casa una colección de monedas, puntas de flecha, botones, adornos y otros objetos arqueológicos tasados en 2.880 euros. A J.M.C.R. se le intervinieron monedas en una bolsa y un detector de metales. Este acusado ha dicho que su deseo es que sus monedas sean entregadas a las autoridades. A J.F.M.R., en Villargordo, le encontraron monedas, fragmentos de cerámica, plomos, flechas y otras piezas valoradas en más de 17.000 euros. También tenía un detector de metales. Y a M.T.J. le incautaron un detector, dos monedas y un adorno tasados en 10 euros.

El Fiscal destaca en su acusación el hecho que no había documentación científica junto a las piezas halladas, por lo que se ha destruido el contexto en el que radica gran parte de su valor histórico. El juez Fernando Moral investigó los hechos desde el Juzgado de Instrucción número 1 de Jaén y encontró indicios razonables de delito, por lo dictó auto de apertura de juicio oral.

El Fiscal ha se ha pronunciado. Ahora los acusados presentarán sus conclusiones provisionales y la causa quedará a la espera de que se señale juicio. Uno de los pocos que se recuerdan contra 'piteros' en Jaén.

1 de abril de 2016

La Guardia Civil investiga la desaparición de una yesería mudéjar en los Reales Alcázares de Sevilla

La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil investiga el presunto robo de un hallazgo arqueológico crucial que se ha producido en uno de los camaranchones del Cuarto Real Alto del Alcázar, la zona de máxima seguridad del monumento, ya que se trata de las estancias de la Familia Real en el palacio sevillano.
La pieza desaparecida podría tener gran valor en el mercado negro.
Un paño de yesería que podría cambiar la historia de los Reales Alcázares de Sevilla ha desaparecido sin dejar rastro.

Según fuentes del caso, los hechos fueron denunciados por el director anterior, Jacinto Pérez Elliot, en la primavera del año pasado. Pérez se dirigió a la Guardia Civil para poner en su conocimiento que un paño de yesería de gran valor había desaparecido del lugar en el que había sido descubierto por el arquitecto Antonio Almagro, que estaba realizando una investigación sobre el Palacio Mudéjar y que fue quien dio con esta pieza única. Almagro también se dirigió a la Guardia Civil poco después, en cuanto tuvo conocimiento de lo sucedido, para ofrecer detalles a los agentes sobre el descubrimiento, que, en su opinión, podría demostrar que el Palacio de Pedro I tuvo en su origen tres plantas, y no las dos con que lo conocemos en la actualidad. A partir de ahí se inició una investigación que dura ya un año y de la que apenas han trascendido detalles sobre la forma en que desaparecieron las piezas. Las mismas fuentes sostienen que se trata de una yesería mudéjar de gran valor en el mercado negro, pero hasta ahora no hay ninguna hipótesis clara sobre el «modus operandi» del supuesto robo.

La Guardia Civil ha tomado ya declaración a los dos últimos directores del monumento, el propio Jacinto Pérez y la actual, Isabel Rodríguez, nombrada por el nuevo alcalde, Juan Espadas. Ambos han certificado que en la zona donde se produjo el hallazgo y la posterior desaparición sólo actúan personas acreditadas expresamente para ello. A partir de ahí, los agentes de la UCO han interrogado a diez personas más, la mayoría de ellas trabajadores del Alcázar y de la empresa a la que el monumento tiene subcontratados los trabajos de restauración, Bellido. De esta última compañía han sido citados exactamente cuatro empleados. Pero las pesquisas llevadas a cabo hasta ahora no han servido para aclarar cómo pudo desaparecer de allí un vestigio de tanto valor y de considerable tamaño –el paño es de 50 por 30 centímetros- sin que nadie se haya dado cuenta, ya que, en efecto, esas estancias del Alcázar no sólo están protegidas por la empresa de seguridad contratada por el Patronato, sino que también tiene vigilancia policial al tratarse de las estancias de la Casa Real.

Desde la actual dirección del Alcázar se ha llevado con secretismo todo este asunto, ya que el presunto robo pone en serias dudas las medidas de seguridad del monumento, que tiene casi un millón y medio de visitantes al año y, con los servicios que hay actualmente contratados, sufre una clara insuficiencia de personal para poder llevar a cabo su correcta protección. El gobierno municipal de Juan Espadas informó a los miembros del Patronato, donde están representados todos los partidos municipales, y el arquitecto que descubrió la yesería, Antonio Almagro, también ha denunciado en algunos foros la situación, pero hasta el momento la noticia no había trascendido porque se pidió a los empleados que tuvieran discreción con un asunto tan delicado. Los agentes que llevan a cabo la investigación siguen tomando declaraciones a empleados y directivos para saber qué personas tenían exactamente permiso para acceder a ese espacio, ya que se trata de una parte del Alcázar que no es accesible para el público y que tiene grandes controles de seguridad, por lo que las primeras diligencias se dirigen a esclarecer quiénes eran los habilitados para entrar en el camaranchón y si existe algún control de acceso que registre las entradas y salidas, con sus correspondientes horarios a ese cuarto durante los días en los que se sospecha que se produjo el robo.

Lo que ya está confirmado es que en el sitio donde se halló el paño no hay cámaras, por lo que los agentes sólo se pueden remitir al control de entrada que llevaba el jefe de seguridad de Patrimonio Nacional, que ya no está destinado en este puesto.

22 de marzo de 2016

El Defensor del Pueblo actúa para conocer la protección del acueducto expoliado en Osuna (Sevilla)

El Defensor del Pueblo Andaluz quiere tener conocimiento de las labores de intervención arqueológica que se hubieran realizado en dicho yacimiento, así como el calendario de las intervenciones previstas sobre el mismo.
Un agente comprueba los ladrillos procedentes del acueducto romano del S. I a.C.
La Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, dirigida por Jesús Maeztu, ha abierto una queja de oficio dirigida a la Delegación Territorial de Cultura, Turismo y Deporte en Sevilla para conocer las medidas de protección del yacimiento expoliado en Osuna (Sevilla).

En el texto de la esta queja el Defensor recuerda que en los sucesivos Informes Anuales al Parlamento, la Institución ha querido contribuir al mejor desempeño de las actuaciones de los poderes públicos para la protección y puesta en valor de la riqueza monumental de Andalucía.

Además, destaca que en el conjunto de actividades de protección de la riqueza arqueológica andaluza, las autoridades culturales han venido desarrollando una importante labor de localización, descripción e investigación de las zonas que han acreditado este interés en el conjunto de elementos que componen el rico y variado patrimonio histórico andaluz.

Así, en el caso de la ciudad de Osuna, la institución apunta que ha tenido conocimiento de un yacimiento de alto valor debido a los restos de un acueducto romano del siglo I antes de Cristo que han sido objeto de un reciente expolio, y recuerda que estos hechos han sido investigados por el Seprona y se están siguiendo las correspondientes actuaciones judiciales con la detención de un sujeto supuestamente responsable de tales ilícitos.

MEDIDAS ADOPTADAS
No obstante, el Defensor apunta que más allá de esta vía judicial, interesa conocer las medidas que se han adoptado por parte de Cultura "en orden a la delimitación y protección de este importante yacimiento, así como los elementos de protección y defensa ante el riesgo de estos ataques que violentan los restos susceptibles de tutela y defensa".

Por ello, y al margen de esas actuaciones que dé lugar la instrucción del caso, apunta que "resulta de sumo interés conocer el resultado práctico de las disposiciones declarativas de un régimen de delimitación y protección de este yacimiento no sólo como objeto de intervenciones de investigación y estudio sino, en particular, como instrumento que ponga en marcha todas las medidas de protección y tutela que se nos antojan esenciales para hacer posible la conservación de tales restos y su posterior explotación científica".

Además, el Defensor considera de especial interés conocer las medidas de protección establecidas y, asimismo, la capacidad de respuesta y reacción de la autoridad cultural para impedir supuestos de agresiones y expolios de la envergadura como la que se ha descrito en el caso del yacimiento del cauce del Río Blanco en Osuna.

(Fuente: Andalucía Información / Europa Press)

21 de marzo de 2016

España "esconde" un tesoro arqueológico bajo tierra que está siendo expoliado

Una moneda de la época romana, un casco celtíbero, una espada de la Edad Media, joyas... Toda la geografía española esconde bajo tierra sepultadas por el paso de los siglos decenas de miles de estas piezas de alto valor arqueológico que generan una intensa actividad delictiva a cargo de grupos dedicados al expolio de reliquias históricas. Las obras adquieren luego un alto valor en el mercado y muchas de ellas son vendidas en el extranjero. Las hay que acaban incluso en las grandes casas de subastas.

Según datos a los que ha tenido acceso Europa Press, desde 2011 la Guardia Civil ha practicado un total de 180 detenciones o imputaciones y se han abierto casi 2.000 expedientes por infracción administrativa, más de la mitad corresponden al Seprona. Entre las comunidades que registran una mayor actividad destacan Andalucía, Asturias, Galicia, Murcia y Castilla y León.

Los expertos de la Guardia Civil advierten de que, si hace años la mayor preocupación a la hora de proteger el patrimonio histórico y cultural de España era evitar los robos en las iglesias, ahora es prevenir este expolio de obras arqueológicas bajo tierra. Se trata de una actividad que en muchos casos pasa de padres a hijos o significa buena parte de la actividad económica de algunos pueblos.

"Hay municipios en los que hay decenas de vecinos denunciados y nos quedamos cortos", dicen en la Guardia Civil, que se remiten a estudios arqueológicos, según los cuales, España cuenta con un yacimiento cada 3 kilómetros. Refuerzan su tesis recordando la multitud de proyectiles de la guerra civil que aún se encuentran todas las semanas por España: "Si esa guerra sólo duró tres años, imagina lo que puede haber bajo tierra tras varios siglos".


DETECTORES DE METALES
Estos grupos se hacen con detectores de metales y salen al monte a buscar piezas. La mayoría de las veces han recibido un soplo o recurren a especialistas e historiadores que les guían por dónde buscar. "Por la zona donde hubiese una construcción romana ya saben que debe haber vestigios de piezas valiosas", explican como ejemplo los agentes, para los que no es extraño encontrar revistas y libros especializados en Arte antiguo e Historia durante algún registro.

Muchas veces se trata de una delincuencia itinerante. Trasladan las herramientas y los detectores por mensajería hasta la provincia en la que van a practicar el expolio. Lo hacen para no llamar la atención y no ser detectados en un posible control de carretera. Durante el tiempo que dura la campaña suelen esconder en el monte el material y las piezas que van encontrando y no las recogen hasta el último día. Los conocimientos propios del buscador también cuentan, es casi como una profesión, aunque es difícil poder llegar a vivir de ello. "Alguien de un pueblo de Sevilla ha tenido suerte y ha encontrado cosas en Soria y, cuando vuelve y lo cuenta, van todos para allá", describen las fuentes consultadas.


La forma de actuar de estas organizaciones responde a criterios parecidos a los barcos pesqueros cuando buscan peces: experiencia, intuición y fortuna, todo influye. "A veces es el propio Boletín Oficial de la provincia el que declara algo como zona arqueológica y ya les has dado la pista", lamentan.

ANTICUARIOS Y COLECCIONISTAS
Una vez logran desenterrar algo de valor, el negocio entra en una segunda fase en la que cobran protagonismo los intermediarios. En un primer nivel son, sobre todo, anticuarios locales o coleccionistas, pero en el momento que adquieren la pieza, ésta ya entra a formar parte de un mercado que actualmente no tiene límites tras la entrada de internet y las webs de intercambio. En torno a las ferias de antigüedades también se suele generar un mercado paralelo de estas piezas de origen desconocido.

"El problema es la dificultad para demostrar que una obra ha sido expoliada y no forma parte de una colección familiar desde hace años. Aquí no hay prueba de ADN", ironizan los investigadores que, según explican, en esta actividad también hay blanqueo. Concretamente se falsifican documentos sobre el origen de las obras: "si se trata de una pieza romana, por ejemplo, puede proceder de cualquier país del entorno Mediterráneo, por lo que los vendedores declaran haberlo adquirido en el extranjero. Muchas veces cuentan con la complicidad de personas extranjeras. No son una red como tal, pero sí un circuito en el que se conocen casi todos". Luego las casas de subastas o los coleccionistas tienen sus propios tasadores y especialistas que confirman la autenticidad de las piezas. Muchos proceden de fuera de España. Alemania, Reino Unido, Suiza o Japón están entre los países destacados.

Es imposible cuantificar ni las piezas expoliadas, ni el dinero que genera esta actividad ya que no hay un precio fijado y cada coleccionista paga lo que cree conveniente. "Puede haber una pieza de oro y otra de cobre, pero que la segunda sea más valiosa porque sea más difícil de encontrar", explican.

LEYES CONTRA EL EXPOLIO
La persecución contra este tipo de delitos cuenta con una normativa marco en toda España, la Ley de Patrimonio Histórico que prohíbe expresamente la búsqueda sin autorización de restos arqueológicos. En caso de encontrar alguna pieza arqueológica se debe entregar a la Administración. El Código Penal (artículo 323) castiga estos delitos contra el patrimonio con entre seis meses y tres años de cárcel, pero las fuentes consultadas coinciden en que la parte económica es lo que más disuade a los expoliadores.

"A veces hemos pillado a alguien que nos pide que no le denunciemos, sino que le detengamos", advierten desde la Guardia Civil. La razón es que, bajo la normativa marco, cada comunidad autónoma tiene su propia legislación al respecto y hay regiones en las que la vía Penal apenas prospera. Pese a ello, estas fuentes celebran que en los últimos años las comunidades más afectadas se han reforzado con juristas contrastados que han mejorado la lucha contra esta delincuencia.

En la operación Helmet II, desarrollada en 2013, la Guardia Civil incautó 2.000 objetos expoliados en Aragón, incluyendo puntas de lanza y flechas. En la operación Mosaico fueron arrestadas más de ochenta personas e intervinieron un millar de piezas. Cuando no han sido descubiertos in fraganti, la principal dificultad es demostrar ante los tribunales que las piezas proceden de un expolio.

Tras la operación Tertis (2007), el juzgado de Instrucción Número 2 de Marchena (Sevilla) archivó las actuaciones alegando que no había nada que pusiera de manifiesto que alguno de los imputados acudiese a un yacimiento concreto. Otras, en cambio, dan la razón a los investigadores, quienes otorgan especial relevancia a las cantidades económicas que se imponen en calidad de indemnización por haber dañado el patrimonio histórico.

Un ejemplo de ello es la sentencia que condenó a los detenidos tras laoperación Badía y en la que en materia de responsabilidad civil se les imponían más de 130.000 euros. A pesar de todo, desde la Guardia Civil lamentan que el dinero que consiguen de la venta de piezas hace que hasta con esa indemnización les resulte rentable la actividad.

(Fuente: Europa Press / Asturias 24)

1 de marzo de 2016

La Guardia Civil requisa 77 piezas arqueológicas durante un expolio en Valencia del Ventoso (Badajoz)

Entre las piezas incautadas hay monedas romanas y medievales, alguna de plata, anillos, denarios, fíbulas, botones y otros elementos de plomo, de distintas épocas.
La Guardia Civil andaba tras la pista de los detenidos cuando fueron sorprendidos. FOTO: SEPRONA.
La Guardia Civil intervino 77 piezas arqueológicas en Valencia del Ventoso, cuando eran expoliadas por tres vecinos de Sevilla, que, provistos de un detector de metales, se habían hecho con monedas romanas y medievales, entre otros restos. La operación la llevó a cabo el Seprona de Fuente de Cantos, en colaboración con el puesto de Valencia del Ventoso y de Medio Ambiente de Fregenal de la Sierra.

La Guardia Civil venía investigando posibles expolios en lugares de interés arqueológico en Valencia del Ventoso, cuando sorprendió a los hombres, dos de los cuales se dieron a la fuga, que fueron identificados poco después.

A los presuntos infractores se les intervinieron 77 piezas entre las que había monedas romanas y medievales, alguna de plata, anillos, denarios, fíbulas, botones y otros elementos de plomo, de distintas épocas.

A la zona se desplazaron técnicos de Cultura de la Junta de Extremadura para evaluar los daños en el yacimiento arqueológico. Las piezas, el detector y dos azadas utilizadas para la extracción de las piezas fueron entregadas en la Dirección General de Cultura de la Junta de Extremadura, que abrirá un expediente sancionador por vulneración de la Ley de Patrimonio Histórico de Extremadura.

La Guardia Civil continúa con la investigación y elaboración de informes, en espera de conocer la valoración de piezas y daños en el yacimiento, por si los hechos fueron constitutivos de delito, lo que sería comunicado a la autoridad judicial.

(Fuente: El Periódico de Extremadura


EL EXPOLIO NOS PERJUDICA A TODOS

La extracción arqueológica es una actividad que, cuando se hace sin la metodología adecuada, daña los estratos del terreno, los altera e impide el estudio científico. Por otra parte, los hallazgos arqueológicos son de propiedad pública y forman parte del Patrimonio Cultural..

29 de febrero de 2016

Ladrillos de un acueducto romano del siglo I d.C. para una obra doméstica

La Guardia Civil acusa a un vecino de Osuna de 64 años de edad de expoliar el yacimiento de Cortijo de Girón. Desmontó, pieza a pieza, la estructura construida por los romanos y usó las piezas en una pared de su casa.
Es el único acueducto de estas características de toda Andalucía. 
Iba a hacer una pequeña obra en su casa y no se le ocurrió otra cosa que usar como material los restos de un acueducto romano del siglo I después de Cristo. Ha sucedido en la localidad de Osuna (Sevilla), donde un vecino de 64 años de edad ha sido detenido por la Guardia Civil por desmontar, pieza a pieza, ladrillo a ladrillo, un antiguo acueducto de la época romana y único en toda Andalucía. Luego trasladó los ladrillos en una furgoneta hasta su casa y allí los colocó en una pared, unos hechos por los que está acusado de un delito contra el patrimonio histórico.

De la destrucción del acueducto alertó el arqueólogo municipal de Osuna, quien denunció ante el instituto armado que el yacimiento del paraje Cortijo de Girón había sido totalmente expoliado y que la estructura de factura romana había quedado destruida al desaparecer los ladrillos de barro que la constituían.

Los agentes de la Guardia Civil comprobaron mediante una inspección ocular que, en efecto, la obra de ingeniería del siglo I después de Cristo había sufrido daños irreparables. El expolio, según los indicios que hallaron, se produjo desde el margen derecho del río Blanco, sobre el que el autor, o autores (aún se desconoce si fue una sola persona o más), colocó una vieja puerta de madera y tapaluces, así como un trozo de moqueta verde encima, a modo de pasarela sobre la que trasladar los ladrillos, que fueron cargados en una furgoneta de color blanco y con los cristales posteriores tapados, según contaron testigos de la zona.


En la orilla del río y en los aledaños aún se apreciaban marcas de los ladrillos y huella de pisadas aún frescas, lo que hizo suponer a los agentes de la Guardia Civil que el expolio se había producido apenas unos días antes.


"OBRA DOMÉSTICA"
La furgoneta que los testigos vieron en el lugar resultó determinante para localizar al sospechoso. El vehículo lo encontraron en el interior de las instalaciones de una empresa de materiales de obra abandonada a sólo cinco kilómetros del yacimiento y permitió identificar a M.G.R., que condujo a los agentes hasta una parte de los ladrillos, en concreto 31 piezas de barro que se ocultaban entre un montón de arena, apareciendo otros ocho entre depósitos de fertilizantes. Otros quince, contó, los había colocado en una obra doméstica que había hecho él mismo en su vivienda.

Igualmente, en las cercanías de la empresa aparecieron escondidos más ladrillos, en concreto otros 45 en un olivar en el paraje Castilla de Doña Laura y otros 116 en una chatarrería abandonada.

Todos los ladrillos los ha depositado la Guardia Civil en el museo de Osuna, mientras que las diligencias las lleva el Juzgado de Instrucción 1 de Osuna.