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23 de mayo de 2013

Imputado un arqueólogo por guardar piezas sin declarar

Las piezas procedentes de diversas obras de restauración deberían haber sido depositadas en el Museo Provincial. El arqueólogo de la empresa ha sido imputado por un presunto delito de apropiación indebida.
Las piezas intervenidas debían haberse depositado en el Museo
Provincial
El SEPRONA de la Guardia Civil ha recuperado gran cantidad de restos arqueológicos, entre ellos visigodos y romanos,procedentes de diferentes obras de restauración.

 Los restos fueron localizados en el interior de una nave de La Muela (Zaragoza) propiedad de una empresa especializada en este tipo de restauraciones y el arqueólogo de la empresa ha sido imputado por un presunto delito de apropiación indebida.

El pasado día 6 de mayo el equipo del SEPRONA de la Guardia Civil de Casetas tuvo conocimiento de que en una nave del polígono industrial Centrovía de La Muela, propiedad de una empresa especializada en la restauración de bienes muebles e inmuebles antiguos e intervenciones sobre el patrimonio histórico, existía una gran cantidad de restos arqueológicos procedentes de distintas obras y prospecciones realizadas por dicha empresa.

Por estos motivos, el día 8 de mayo los agentes procedieron a realizar una primera visita de inspección a las instalaciones, en colaboración con arqueólogos de la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Aragón, donde fueron recuperadas 68 cajas con restos óseos humanos, restos cerámicos y otras piezas arqueológicas, tales como un cierre de arca de bronce de origen visigodo y varias monedas del mismo metal.

Proceden de tres restauraciones

Se pudo determinar que todas las piezas halladas correspondían a tres prospecciones arqueológicas realizadas bajo la dirección técnica del arqueólogo de la empresa durante los años 2006 a 2009. Restos que podrían proceder de las obras de restauración de la Iglesia de Santa María de la Huerta en Magallón, del Castillo de Montearagón en Quincena (Huesca) y de la Casa Parroquial de Villanueva de Gállego.

Todos estos elementos constitutivos del Patrimonio Cultural Aragónes y que deberían haber sido depositados en el Museo Provincial cuando finalizaron las intervenciones, fueron decomisados por los agentes del SEPRONA y trasladados a las instalaciones del departamento de Cultura del Gobierno de Aragón, siendo depositados a disposición de la Autoridad Judicial.

Exigencias incumplidas

La legislación vigente en materia de Patrimonio Histórico exige que todas las actividades relativas al Patrimonio Histórico se hallen previamente autorizadas por la Dirección General de Patrimonio Cultural. Esta Dirección General, cada vez que autoriza una actividad de este tipo exige a la empresa adjudicataria que la prospección esté a cargo de un arqueólogo, que es la persona que dirige la excavación y se responsabiliza de entregar puntualmente los restos descubiertos en el Museo Provincial y de presentar una memoria de los hallazgos en el transcurso de los dos años siguientes a la finalización de la obra.


Cierre en bronce de arca de origen visigodo.
De las gestiones realizadas por los agentes con la Dirección General de Patrimonio Histórico sobre las tres excavaciones de las que provenían los restos hallados y, en particular, por la memoria presentada por el arqueólogo sobre la restauración de la iglesia de Santa María de Magallón (BIC, Monumento Nacional y Patrimonio de la Humanidad UNESCO), en la que esta persona, presuntamente, no había entregado el "tesorillo" (en el argot arqueólogo, se conoce así a los restos que en una excavación destacan sobre el grueso del material por su valor, belleza o importancia histórico artística), confirmaron que el arqueólogo no había presentado las memorias correspondientes, no constando el resultado de la excavación pese a haber transcurrido más de 6 años desde su finalización y que tampoco había entregado los restos arqueológicos de ninguna de las obras que dirigió.

Restos hallados

Por todo lo anterior efectivos del SEPRONA junto con personal técnico de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón realizaron un registro en el domicilio del arqueólogo con la finalidad de localizar y recuperar las piezas arqueológicas que presuntamente hubieran sido objeto de expolio. En ese registro se recuperaron la mayoría de ellas. 

Entre los objetos recuperados destacan los siguientes:

  • Una vinajera y una aceitera de cristal soplado
  • Un anillo realizado en bronce y hueso
  • Un dado de seis caras realizado en hueso y de origen romano
  • Numerosas monedas de bronce de distintas épocas
  • Otros elementos antiguos de bronce tales como alfileres, hebillas y un dedal de cerámica
Todas las piezas anteriores provienen de la restauración de la iglesia Parroquial de Santa María de Huerta en Magallón. También fueron decomisados un aplique de bronce con decoración vegetal y un pequeño cristo de cerámica que podrían provenir de las obras de restauración de la Iglesia de Ponzano (Huesca).

Apropiación indebida de Patrimonio Histórico

Por todo lo expuesto anteriormente la Guardia Civil procedió a imputar al arqueólogo de la empresa un presunto delito de apropiación indebida en su modalidad agravada por realizarse sobre bienes pertenecientes al patrimonio histórico artístico.

Según los investigadores, las piezas no se encontraban catalogadas ni constaba denuncia por su desaparición, por lo que se ha solicitado a los responsables de Patrimonio el estudio de las mismas a fin de determinar su valor histórico y artístico e incluirlas en el inventario patrimonial de Aragón.

Se continúa con la investigación con la finalidad de hallar el resto de las piezas arqueológicas.

(Fuente: El Heraldo)

8 de mayo de 2013

Denuncian a 19 personas por utilizar restos arqueológicos para "decorar sus casas" en Niebla (Huelva)

Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil han imputado un delito contra el Patrimonio Histórico a diecinueve personas por expoliar el Conjunto Histórico de la Muralla de Niebla y el yacimiento arqueológico de Campo de Tejada (Huelva).
Piezas procedentes del yacimiento de Campo de Tejada, listas
para servir de ornamento en jardines.
Foto: Huelva24.com

Según ha informado la Guardia Civil en un comunicado, la investigación comenzó el pasado mes de febrero y tenía como objetivo averiguar del origen de multitud de restos que podrían haber sido expoliados del Conjunto Histórico de Niebla, lugar de gran riqueza histórica por su cantidad y diversidad de elementos arqueológicos. 

Dichos restos habían sido observados por los propios agentes tanto en propiedades particulares como en empresas de materiales de construcción, por lo que se inició un recorrido por los lugares donde se sospechaba que pudieran encontrarse bien formando parte de fachadas de viviendas o como adornos en los accesos y repartidos por fincas particulares, o incluso acopiados como material pétreo en empresas para su posterior venta como materiales de construcción.
Piezas procedentes de la muralla de Niebla en una finca particular.
Foto: Huelva24.com

Estas gestiones concluyeron con una amplia relación de lugares y viviendas, que contaba con una descripción de los supuestos restos arqueológicos que pudieran haber sido expoliados. Posteriormente, se realizó un nuevo recorrido, esta vez junto a dos arqueólogos de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, quienes emitieron, una vez inspeccionados todos los lugares, un informe técnico en el que se determinaba que las piezas encontradas, principalmente sillares, grandes sillares, sillarejos y algún ladrillo romano, pertenecían al Conjunto Histórico de la Muralla de Niebla y del yacimiento arqueológico de Campo de Tejada. 

También han sido hallados numerosos proyectiles de catapultas, que formaban parte de la ornamentación de viviendas y fincas. Estas piezas fueron halladas formando parte de muros de contención, acumulados en el interior de recintos vallados, colocados en la fachada de una vivienda de reciente construcción, como reparcheos exteriores de algunas viviendas, en los muros de otras, pero en cualquier caso no han cabido dudas a los técnicos de la Junta de Andalucía sobre el origen de los mismos.
(Fuente: Ideal / EFE)

4 de marzo de 2013

La Guardia Civil recupera del expolio 4.000 piezas celtíberas

La Guardia Civil detiene a un jubilado que desvalijó en 20 años yacimientos de Zaragoza y Soria. La operación está vinculada con la venta de cascos de bronce exportados ilegalmente y subastados en Alemania ante la pasividad del Gobierno.
Un modesto detector de metales al alcance de cualquier aficionado y mucha dedicación. Con esas dos armas de apariencia inocente, Ricardo G., de 60 años, jubilado y que vivía actualmente de un trabajo relacionado con la recogida de la trufa, llevó a cabo uno de los mayores expolios de los que se guarda memoria en España. Durante 20 años desvalijó yacimientos cercanos a su domicilio en Aranda de Moncayo (Zaragoza). Sobre todo, en la ciudad celtibérica de Arátikos, pero también en Tiermes y en los alrededores de Numancia, ambos en Soria. 
Material incautado por la Guardia Civil durante la operación "Helmet".
Foto: Uly Martín / El País
Del sistemático latrocinio ha dado noticia  la Guardia Civil, que ha detenido a Ricardo G. (para dejarlo en libertad tras declarar ante el juez) y se ha incautado de más de 4.000 piezas arqueológicas de diferentes épocas, sobre todo celtibéricas, como parte de la Operación Helmet (casco, en inglés).

La denominación no obedece al azar. Después de todo, del hilo de las actividades de Ricardo G. se pudo comenzar a tirar por unos cascos, en concreto 18 piezas de bronce de excepcional valía, producidas en España entre los siglos IV y II a. C., y salidas del país de forma ilegal para acabar en manos del industrial y coleccionista Axel Guttmann. La alarma la había dado en 2008 el museo Römisch-Germanisches-Zentralmuseum (RGZM), en la ciudad alemana de Maguncia. Fueron sus autoridades las que denunciaron la subasta del valioso lote.

El pasado verano, la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo, directora de la operación, conoció que se iba a realizar la cuarta subasta en Alemania con otro conjunto de tres cascos. De nuevo, sorprendía su aspecto impecable, muy distinto del precario estado de conservación de las piezas atesoradas en los museos españoles.

Tras las primeras investigaciones, agentes del Seprona y de la Unidad de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil localizaron el lugar del expolio: algún punto de la geografía aragonesa. Fue cuestión de tiempo dar con el presunto autor. En el registro de tres domicilios se hallaron las 4.000 piezas arqueológicas incautadas. El material recuperado fue trasladado a Madrid y el detenido reconoció que en un 90% las piezas provenían de Arátikos. El resto salió de Tiermes (en el término de Montejo de Tiermes) y alrededores de Numancia (Garray).


El tesoro recuperado está en su mayor parte relacionado con el ajuar propio de los enterramientos guerreros: pectorales, puntas de flecha y espadas, corazas, fíbulas, exvotos, joyas y algunas cerámicas, según la Guardia Civil, que también confirmó la presencia de fragmentos de cascos. El presunto expoliador vendía las piezas en el mercado negro. La mayoría iba a parar a las mismas manos: las del ávido coleccionista y magnate alemán de la construcción Axel Guttmann.

Cuando se puso a la venta su enorme colección, el museo de Maguncia denunció que entre los objetos había piezas procedentes de España exportadas ilegalmente.


La fiscalía de Múnich las retuvo y solicitó al Gobierno español que reclamara su legítima propiedad en tres meses. No hubo respuesta. En 2009, 2010 y 2012 se volvieron a subastar nuevos lotes. Y se reprodujo la secuencia: denuncia del museo e inacción de las autoridades españolas.

Raimon Graells, investigador del museo alemán, confirmó este viernes, a partir de las fotografías difundidas, que las piezas pertenecen al horizonte cronológico y geográfico de los cascos cuya venta denunció. “Es importante que el detenido sitúe la procedencia. Sin el contexto, los materiales pierden el 50% valor”. De quienes no hubo demasiadas noticias fue de las autoridades advertidas en varias ocasiones del posible expolio. Tanto Cultura como el Gobierno de Aragón esperarán a conocer más datos antes de pronunciarse.

Quizá todo esto sirva al menos para colmar las aspiraciones de María del Rosario Cabrera. La alcaldesa de Moncayo de Aragón (223 habitantes) solicitó hace meses la declaración de Bien de Interés Cultural para el yacimiento predilecto de Ricardo G.

(Fuente: El País / Jesús Duva / José Angel Montañés)
Expoliar en España sale barato
Al hilo de la "operación helmet" el portavoz de la Guardia Civil ha recordado que ‘expoliar un yacimiento arqueológico es delito’, pero es un delito sin definición en nuestro Código Penal. La ley deja claro que el Patrimonio Histórico es un bien colectivo, es decir de todos los españoles; pero en nuestra legislación penal no se recoge específicamente ese hecho delictivo; y se considera hurto, sin más, por lo que los expoliadores sólo pagan multas. Un vacío legal que debiera considerarse en su justo término.

25 de febrero de 2013

El Supremo intenta evitar una nueva subasta de cascos celtíberos expoliados en Zaragoza

El Seprona detiene a un vecino de Illueca sospechoso de expoliarlos en Aranda de Moncayo (Zaragoza). El juez de La Almunia ordena registrar su vivienda y el yacimiento. 
Una galería de Munich (Alemania) tiene previsto sacar a la venta un nuevo lote de las piezas expoliadas en España.
La Fiscalía de Medio Ambiente del Tribunal Supremo, en coordinación con la de Zaragoza, lleva semanas desarrollando una investigación destinada a evitar una nueva subasta de cascos celtíberos procedentes del yacimiento de Aranda de Moncayo. Una galería de Múnich (Alemania) tiene previsto sacar a la venta un nuevo lote de piezas arqueológicas en unos días.

Agentes de la Unidad Central del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil, especializados en patrimonio, desplegaron la semana pasada un amplio dispositivo en Illueca y Aranda de Moncayo.

En la primera detuvieron el jueves a un vecino sospechoso de haber expoliado el yacimiento de Aranda de Moncayo del que, según los datos que manejan los investigadores, proceden los cascos que van a salir a la venta en Múnich.

  • En 2008  el museo Römisch-Germanisches-Zentralmuseum (RGZM) de Mainz denunció que los cascos de la colección de Axel Guttmann eran de procedencia española y que se habían exportado ilegalmente. La fiscalía de Múnich retuvo las piezas y solicitó al Gobierno español que reclamara su legítima propiedad en tres meses. No hubo respuesta. Las piezas pasaron a manos de sus nuevos dueños
Los guardias civiles registraron su domicilio con una orden del juez de La Almunia y, posteriormente, el sábado, se desplazaron con él hasta el yacimiento, donde también efectuaron una inspección.

Durante el registro domiciliario, una parte de los agentes que integraban el dispositivo interceptaron varios vehículos que iban a salir de la localidad para inspeccionarlos.

El detenido quedó en libertad tras prestar declaración ante los agentes del Seprona, a la espera de que lo cite a declarar el juez que asuma el caso.

OBJETIVOS 

Fuentes conocedoras de la investigación explicaron que esta tiene dos finalidades. Por una parte, tratar de impedir la subasta, para lo que será necesaria la intervención de los ministerios de Asuntos Exteriores y de Cultura, además del Gobierno de Aragón. Para lograrlo, las instituciones deberán acreditar que se trata de piezas procedentes del yacimiento de Aranda y reclamar su entrega como integrantes del patrimonio español y aragonés.

Las pesquisas comenzaron hace unos meses, cuando un arqueólogo alemán comunicó a las autoridades españolas su convencimiento de que las piezas que iban a salir a subasta en Alemania procedían del yacimiento de Aranda. Las posteriores gestiones de la unidad de Patrimonio Histórico del Seprona apuntaron en la misma dirección. De su confirmación dependerá que las administraciones puedan evitar la subasta programada en Alemania.

El otro objetivo de las pesquisas, cuya instrucción recaerá en uno de los juzgados de La Almunia, es poner fin al supuesto expolio que desde hace años sufre el yacimiento zaragozano.

Las fuentes consultadas explicaron que el Seprona dispone de algunos indicios que apuntan al detenido como sospechoso. Según indicaron, algunas veces había sido visto por la zona con un detector de metales.

REGISTROS 
Los investigadores intervinieron en el registro de la vivienda algunas piezas antiguas de hierro. El detenido, por su parte, aseguró en su declaración que estas pertenecen a su colección personal y que hace más de 25 años que las posee. Los agentes se las llevaron para analizarlas y datarlas.

Una vez haya finalizado ese trabajo, el Seprona remitirá el atestado a la Fiscalía de Medio Ambiente del Supremo para que su responsable, Antonio Vercher, decida si judicializa las actuaciones.