google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Plinio el Viejo
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13 de enero de 2017

Un proyecto permitirá la difusión virtual de la ciudad romana de Mellaria, en Córdoba

Un equipo internacional y multidisciplinar sacará a la luz el paisaje, la fauna, los cultivos y el urbanismo de esta ciudad romana cordobesa en un proyecto que servirá de base a diferentes propuestas divulgativas, entre las que destacan las restituciones virtuales.
El control de la ciudad de Mellaria se extendía sobre una superficie de 2.200 kilómetros cuadrados.
Hace más de 2.000 años, en el camino entre dos de las ciudades más destacadas del Imperio Romano, Corduba Colonia Patricia y Emérita Augusta, existió una ciudad “de no menor nobleza”, según transmite Plinio el Viejo, y de la que fue oriundo Cayo Sempronio Sperato, máximo responsable del Templo de la actual calle Claudio Marcelo en Córdoba capital. Era Mellaria, ubicada según los expertos en el entorno del Cerro del Masatrigo, en el término municipal de Fuente Obejuna, ocupando todo el límite territorial entre las provincias de Córdoba y Badajoz. De aquella antigua ciudad quedan algunos vestigios arqueológicos que están siendo estudiados gracias a un proyecto de la Universidad y la Diputación de Córdoba y el Grupo de Desarrollo Rural Alto Guadiato y muchos datos por conocer.

EQUIPO MULTIDISCIPLINAR
La localización de restos arquitectónicos, pero sobre todo, la recuperación del patrimonio ambiental y paisajístico de aquel territorio es la prioridad de un nuevo equipo internacional de investigadores procedentes de ámbitos tan diversos como la ingeniería rural, la biología y la arqueología, unidos en el proyecto Ager Mellariensis –así era como se designaba al espacio que gestionaba la ciudad de Mellaria y que alcanzaba los 2.200 kilómetros cuadrados- financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad (MINECO) a través de su convocatoria “Retos para la sociedad 2016”.

Durante 4 años, el equipo liderado por los profesores de la Universidad de Córdoba Antonio Monterroso Checa, investigador del Programa Ramón y Cajal del MINECO en el Área de Arqueología, Alberto Redondo, profesor titular de Zoología y divulgador científico, y Francisco Montes y Rafael Hidalgo, del Área de Ingeniería Gráfica y Geomática, tratará de sacar a la luz cómo era el paisaje que rodeaba a la antigua Mellaria, qué animales era usual ver, qué cultivos eran los más populares o cómo eran las casas o los edificios comerciales de la época, ofreciendo una foto fija que servirá de base a diferentes propuestas divulgativas, entre las que destacan las restituciones virtuales, que servirán al Grupo de Desarrollo Rural Alto Guadiato como yacimiento para nuevas iniciativas empresariales que contribuyan al desarrollo económico de la zona.

BASE TECNOLÓGICA
De hecho, el proyecto Ager Mellariensis tiene una clara vocación de transferencia. Por eso cuenta con la colaboración de empresas de base tecnológica líderes en sus sectores, como la italiana Telespazio Iberica (dependiente de la Agencia Espacial Italiana) y Znir Sensing Solutions, especializadas en la teledetección satélite y aérea de vestigios arqueológicos, o Urbeproorbe, firma con amplia experiencia en el análisis y gestión del patrimonio histórico edificado. A ellas se sumarán otros equipos científicos como el Laboratorio de Teledetección Quantalab-IAS-CSIC que dirige Pablo Zarco, o el Departamento de Ingeniería Civil de la Universitá Politecnica delle Marche (Italia) dirigido por el profesor Paolo Clini, la Escuela Politécnica de Belmez y los investigadores de la Universitá degli Studi di Urbino Oscar Mei y Daniele Sacco.

(Fuente: Cordópolis)

4 de diciembre de 2014

Localizan nuevas explotaciones de oro romanas en Castrocontrigo (León)

Un vuelo con tecnología láser "LiDAR" pone al descubierto las huellas de los trabajos hidráulicos realizados por los romanos para la extracción de oro en el valle del Eria (León). La investigación ha demostrado que la explotación fue mucho más intensa de lo que se conocía por la arqueología tradicional, que le había dado poca importancia a estos parajes en comparación con otros como Las Médulas.
Mapa 3D con la disposición de canales y embalses romanos del valle del Eria a partir de datos LIDAR.
FOTO: JAVIER FERNÁNDEZ
Investigadores de la Universidad de Salamanca han sido pioneros en la utilización de una tecnología láser denominada LiDAR (Light Detection and Ranging) para cartografiar el terreno desde un avión para un trabajo arqueológico en España. El resultado es que han conseguido identificar nuevas zonas en las que los romanos realizaron trabajos mineros en busca de oro en la zona del valle del río Eria, en la provincia de León.

“Es la primera vez que se utiliza LiDAR para detectar antiguas labores mineras y los canales hidráulicos que sirvieron para explotar yacimientos de oro”, explica el investigador del Departamento de Geología de la Universidad de Salamanca Javier Fernández Lozano en declaraciones a DiCYT, que acaba de publicar este trabajo en la revista Journal of Archaeological Sciencie. A diferencia de la fotografía aérea convencional, esta técnica láser permite estudiar cómo es la superficie por debajo de la cubierta vegetal y así se ha visto que desviaron ríos y construyeron canales y depósitos de agua.

Aunque la zona estudiada, en las proximidades de la localidad leonesa de Castrocontrigo, ya se conocía como zona minera romana, esta investigación ha demostrado que la explotación fue mucho más intensa de lo que se conocía por la arqueología tradicional, que le había dado poca importancia a estos parajes en comparación con parajes mineros como Las Médulas. Las modificaciones realizadas en el terreno llegaron a alterar el terreno de forma extraordinaria, de forma que hay una serie de canales que podrían sumar cientos de kilómetros.

El oro se podía obtener en roca y en sedimentos, pero esta segunda opción era más rentable. En ciertos puntos se puede observar cómo se hicieron las dos cosas, primero extrajeron el oro de los sedimentos y después excavaron las rocas sobre las que se asentaban. Para todos estos trabajos “fueron abriendo canales que se extienden por toda la Sierra de la Cabrera y en algunos casos se han preservado hasta la actualidad”, señala el investigador, que ha realizado este estudio junto a su compañero de departamento Gabriel Gutiérrez Alonso.


TECNOLOGÍA LIDAR
La tecnología LiDAR (Light Detection and Ranging) permite obtener la topografía de un terreno. El sistema emite un pulso de luz que llega hasta el suelo, rebota y es recogido nuevamente por los sensores del avión. Al conocer la velocidad de la luz, se puede calcular la distancia que hay entre la superficie y la aeronave, de manera que al sobrevolar el terreno se va dibujando un mapa con extraordinaria precisión.

Hasta ahora, una técnica muy usada en arqueología es la fotogrametría, pero sus resultados no son tan buenos y requiere de un proceso más lento, porque necesita realizar muchas rectificaciones para obtener una imagen de calidad. “El LiDAR te proporciona una nube de puntos que después hay que filtrar para eliminar señales que no corresponden a la superficie, como árboles, edificios o vegetación”, comenta Javier Fernández-Lozano. Por medio de un software SIG (Sistema de Información Geográfica) se obtiene rápidamente la información que se busca. En esta ocasión, el vuelo y los datos han sido proporcionados por el Instituto Geográfico Nacional (IGN).

EN LOS TEXTOS DE PLINIO EL VIEJO
De esta forma, la investigación ha revelado la existencia de canales excavados en roca y estanques para el acopio de agua que formaban parte de las labores mineras. En época prerromana, los pueblos indígenas de la península ibérica ya buscaban oro en los ríos usando bateas, así cuando llegaron los romanos siguieron esa pista pero pasaron a explotarlo a gran escala. Tras aprender las técnicas de almacenamiento y transporte del agua de los egipcios, las aplicaron para obtener hasta 20 toneladas de oro en el Noroeste de Hispania, según relata Plinio el Viejo en su enciclopedia ‘Historia natural’.

Precisamente, uno de los autores de este trabajo multidisciplinar, Miguel Fernández Morán, ha estudiado los textos antiguos y ha obtenido valiosa información que ha permitido identificar mejor las zonas mineras, ya que los datos obtenidos por el LiDAR han sido validados con trabajos arqueológicos sobre el terreno para confirmar que las estructuras observadas mediante láser se corresponden con labores mineras.

Un aspecto muy interesante de esta investigación es que abre la puerta a la posibilidad de conocer con exactitud cómo eran los depósitos de oro originales a partir de los volúmenes de material que se extrajo y los sondeos que se realizan en la actualidad.

En opinión de Javier Fernández Lozano, esta investigación abre nuevas puertas a la arqueología en España, aunque ya se emplea en otros países europeos. Además, este láser puede utilizarse desde drones, lo cual abarataría mucho los costes, ya que un vuelo de este tipo supone una inversión de miles de euros. El único problema de los aviones no tripulados es que la superficie que pueden abarcar es menor.

2 de junio de 2014

Descubren una nueva necrópolis romana en Torreparedones, Baena (Córdoba)

En ella se encuentran una serie de tumbas monumentales, en cuyo interior han encontrado vasijas de cerámica y ungüentarios, así como otros objetos que se depositaban en las tumbas. Se excava una zona de unos 500 metros en las inmediaciones del castillo.
Panorámica del yacimiento de Torreparedones, en Baena (Córdoba). Foto: MADERO CUBERO
El yacimiento de Torreparedones, a 20 kilómetros de Baena, es el sueño de cualquier arqueólogo. Una pequeña ciudad fundada por los romanos junto a un emplazamiento íbero, cuya ocupación se abandonó en la Edad Media, preservando bajo los cultivos y los olivares siglos de historia. Desde que se comenzó a excavar, no para de aportar sorpresas. Acaba de volver a ocurrir.

Parte de una necrópolis romana, que se supone pertenece a la ciudad Ituci Virtus Iulia, está siendo excavada en el yacimiento de Torreparedones, en la zona norte, en las cercanías del castillo, según ha informado el Ayuntamiento de Baena. El arqueólogo municipal, José Antonio Morena, señaló que podría datarse entre los siglos I antes y después de Cristo, en época Pompeya y que se supone que ocupa un espacio de unos 500 metros.

TUMBAS MONUMENTALES
Se trata de tumbas monumentales, que pertenecían a personas adineradas de la ciudad y en ellas, apenas con unos metros excavados, se han hallado vasijas de cerámica y ungüentarios, así como otros objetos que se depositaban en las tumbas. Según el profesor de Arqueología de la Universidad de Córdoba, Carlos Márquez, en esas tumbas funerarias que se suponen están en esa franja de terreno podría encontrase alguna leyenda o algún vestigio del nombre de la ciudad, que es algo muy perseguido por los responsables del yacimiento.

A pesar de que no hubiese inscripciones ni vestigios del nombre latino, los expertos coinciden en que el yacimiento puede corresponderse con bastante fiabilidad a Ituci, la colonia que citaba el historiador Plinio el Viejo. Cuando Plinio se refería a esta ciudad, señalaba que se encontraba entre Tuci (actual Martos, en Jaén) y Ucubi (Espejo, en Córdoba). Y Torreparedones encaja con aquella urbe mencionada por el sabio. Plinio también se refería a ella como la ciudad inmune, es decir, que no pagaba impuestos y, según cuenta, era una colonia, por tanto fundada y poblada por legionarios veteranos.

(Fuente: Cordópolis)