google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Recuperan más de 10.000 piezas del castro de Montealegre (Pontevedra)

17 de agosto de 2016

Recuperan más de 10.000 piezas del castro de Montealegre (Pontevedra)

Trasladarán al museo los restos afectados por las obras de la futura autovía.  Desde el 1 de mayo trabajan en el yacimiento quince profesionales entre arqueólogos y auxiliares que se encargan de rescatar los antiguos sillares del poblado y todos los restos que aparecen en el lugar.
Entre los restos cerámicos encontrados hay ánforas de treinta litros de capacidad. FOTO: JOSEBA CUÑA.
El polvo se levanta al pisar el suelo en la escarpada pendiente que rodea al túnel de Montealegre. Junto a las obras para transformarlo en autovía el actual corredor de O Morrazo, varios hombres y mujeres trabajan en la excavación arqueológica del castro que los conductores no pueden ver.

El arqueólogo Miguel Vidal dirige un grupo de 15 profesionales entre arqueólogos y auxiliares que se encargan de rescatar los antiguos sillares del poblado y todos los restos que aparecen en el lugar. Hasta ahora han recuperado diez mil piezas y el número va en aumento. Esta tarea le ha sido encomendada por la Consellería de Infraestructuras, responsable del proyecto de autovía. A juicio de Vidal, a la hora de realizar obras públicas «hay que buscar un equilibrio entre la modernidad y la preservación del pasado. Antes de la ley del año 1985 se arrasaba con todo. Ahora, afortunadamente, no es así»

Las excavaciones arqueológicas comenzaron el pasado 1 de mayo. Son una condición ineludible antes de comenzar la apertura de las dos nuevas bocas que tendrá el tubo paralelo al actual. El desdoblamiento del túnel de Montealegre forma parte de la conversión del corredor en autovía.

SEISCIENTOS METROS CUADRADOS
Los trabajos en las ruinas enterradas bajo el humus se están realizando en un área de 600 metros cuadrados. Al otro lado del túnel, la superficie que tienen que excavar será menor, solo 200 metros. En estos perímetros todos los restos arqueológicos van a ser investigados y catalogados.

En cada una de las dos excavaciones se perforará una nueva boca para el túnel de la futura autovía. No existe una opción que permita soslayar por completo el yacimiento, que todavía permanece enterrado en su mayor parte en las faldas del monte, donde un bosque de eucaliptos, alcornoques y otras especies arbóreas han ocultado los vestigios de un poblado que existió en Domaio hace al menos 2.300 años.

El trabajo de arqueología en el yacimiento de Montealegre posiblemente se prolongue hasta final de año. Los trabajos son muy delicados y están condicionados por el tiempo. Si la climatología otoñal complica la actividad, se contratarán más personas para que se cumplan los plazos.


DESCUBIERTOS EN 1927
Los restos de Montealegre fueron descubiertos por Losada Diéguez en 1927 ya que se encontraban en terrenos propiedad de la familia de su mujer. En el año 2004, con motivo del proyecto del corredor, afloraron nuevos restos. Miguel Vidal estima que «el castro puede tener una superficie de tres hectáreas pero solo están excavados 1.500 metros».

Los investigadores han hallado restos de cerámica de diferentes tipos. Entre ellos sobresalen ánforas de 30 litros de capacidad. El director de la excavación señala que «son similares a las que usaban los romanos en sitios como Alemania y era el sistema habitual para transportar el aceite, el vino o las salazones. Podemos acreditar que en el poblado de Montealegre había un comercio con otros pueblos. La gente indígena de aquí tenía muchos contactos».

BASURERO DE CONCHAS
Una de las cosas más curiosas que ha aparecido ha sido «un basurero de conchas». Enterrada había una montaña de conchas de moluscos y bivalvos de hace más de dos mil años. «Debían consumir el marisco y luego tiraban las conchas en un vertedero del poblado», cuenta el arqueólogo. Entre las piezas más notables que se han encontrado se encuentran las ánforas Haltern 70, que están fechadas en el año 50 antes de Cristo. Ha aparecido también una fíbula en forma de omega, elaborada en bronce y una acus irinalis, una aguja que se empleaba habitualmente para sujetarse el pelo en el siglo I antes de Cristo (a.c.).

  • «Hemos encontrado restos de los siglos IV y III a.c.», cuenta Miguel Vidal, que ha dirigido más de medio centenar de excavaciones arqueológicas.
Con este ribeirense trabajan codo con codo la arqueóloga ferrolana Fiodora López y la arousana Alba González. Con sumo cuidado, los especialistas limpian y catalogan las miles de piezas halladas en este poblado prerromano. Cuando concluya el trabajo de campo y la investigación, las trasladarán al Museo de Pontevedra para dejar expedita la zona para la tuneladora.

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